Los hábitos de higiene en la Edad Media eran horrendos principalmente por la ausencia de los mismos. Sin embargo, en el caso de darse un baño, ¿cómo lo hacían?

¿Cómo se tomaba un baño?

Lo primero era que llegase la hora del baño. Así es, un señor con una trompeta indicaba que era la hora del baño (el dueño del baño público) y en tal caso, si te apetecía, pues ibas. El baño estaba formado por varios bancos donde disfrutaban del agua y del vapor, como una sauna. En los baños públicos solía haber un barbero y también algún masajista.

¿Qué significaba el baño?

Darse un baño para la nobleza era un símbolo de poder y por lo tanto, de distinción. Es más, lo acompañaban de comida, algo que a muchos hoy en día no nos parecería tan cómodo y 'guay'.

Las bañeras eran barreños de madera. Los había de diferentes tamaños como todo y estaban reforzados por barras finas de metal. Estos barreños se tapaban con una sábana para evitar la pérdida de calor.

Si queremos hacernos una idea de cómo era un baño noble podemos tener en cuenta las cuentas del Duque de Borgoña donde dice que invitó a unos cuantos embajadores y a un conde a comer. Es por eso que mandó traer cinco platos de carne para comerlos mientras se bañaban todos juntos. La verdad es que solo de imaginármelo me revuelve el estómago.

¿Cuántas veces se bañaban los nobles?

Aquí viene lo más escalofriante y es que, en las casas nobles donde se supone que hay la suficiente riqueza como para bañarte lo que te plazca, se bañaban dos veces al año. Eso nos hace pensar entonces en el número de veces que se bañaría un ciudadano normal, ¡qué horror!

En cuanto a la manera de bañarse, comenzaba el padre, luego los varones (de mayor a menor) y luego 'por supuesto', las mujeres (en el mismo orden).

Y ahora os quedaréis a cuadros porque los bebés van los últimos.

Y pensaréis, ¿bueno, qué más da uno primero que otro? Pues veréis, se os ha olvidado un factor importante y es que aunque tenían dinero de sobra, ¡no cambiaban el agua! Por lo tanto, los últimos iban a bañarse en agua roñosa.

¿Cómo se veían los baños en España?

La línea que divide los baños y la sexualidad era muy fina en la Edad Media y concretamente en España. Es por eso que la Iglesia no podía quedarse de brazos cruzados y decidió poner un día diferente de baño para los hombres y mujeres. También pusieron un día diferente para los judíos. Por otro lado, no se podía acudir a los baños los domingos y el viernes santo.

En el caso de los musulmanes, los baños de los hombres se realizaban por las mañanas y los baños de las mujeres por las tardes. De todas maneras, no podemos compararlo con el mundo cristiano ya que los musulmanes se bañaban con costumbre. La religión del islam no prohibía los baños y lo veían como un factor social y saludable.