Cada mañana que nos miramos al espejo, que salimos apresurados al trabajo, que buscamos una solución a los problemas sin siquiera pensarlo demasiado, y que nos sorprendemos de ciertas aptitudes, gustos, y formas desconocidas a las que reaccionamos instintivamente.
Pocos llegan a darse cuenta que el ADN, les cuenta una historia cercana. Siempre estamos curiosos, atentos a los orígenes de nuestros antepasados, nos asombramos del carácter fuerte que heredamos, y más de alguno busca en las fuertes raíces del árbol genealógico, el porqué de muchas habilidades o defectos que bien podrían haber tenido un arraigo en el pasado de otro personaje familiar.
En la edad de Hierro se mezcló la población general
Lo que causó la disolución de importantes antecedentes genéticos.Con respecto a lo ya mencionado, estudios recientes mostraron que el panorama genético actual de Gran Bretaña, se estableció en mayor medida durante la Edad del Bronce.
Para el profesor David Reich, aún queda mucho por investigar en la historia continua. En el transcurso de la edad de Hierro, o también llamado el Periodo Romano, el ADN de muchas personas en sudeste difería un poco en cuanto al de las poblaciones cercanas.
A diferencia con el de Gran Bretaña el profesor Reich, ha confirmado que los esfuerzos iniciales, para proseguir con la búsqueda, y confirmar este tipo de teorías aún sigue en proceso.
Ya que para proporcionar una imagen exacta en planos generales, en relación a la estructura de población de la Edad de Hierro – y la Gran Bretaña Romana – se estudiará la información de 1,000 nuevas muestras británicas.
Actualmente los datos engloban secuencias de ADN de restos humanos antiguos, de aproximadamente 1. 400 individuos.
Un factor a tomar en cuenta, es la migración de las personas vinculadas con la cultura Beaker – Europa – al final del período Neolítico (hace más de 4.000 años). Este evento significativo del desplazamiento podría dar datos concernientes a la estructura genética de las poblaciones sucesivas que viajaron a la isla.
La cultura Beaker está íntimamente conectada, con la inclusión del trabajo de los metales en Gran Bretaña.
Estos Beakers sustituyeron a la mayor parte de la población de agricultores que también construyeron Stonehenge y otros monumentos extraordinarios en todo el país.
Una de las tantas probabilidades que llama la atención de los investigadores, es que se haya subestimado el impacto genético desde 43 d.C hasta 410, este lapso es clave porque representa la duración de la ocupación romana en Gran Bretaña. Por lo que pudo haber un intercambio importante de datos genéticos.