A través del ciclo sobre la Memoria histórica el actor José Luis Gómez (La Abadía) interpela un discurso de largo calado, y un temor incluso hoy presente. La lucha de la inteligencia y la cultura contra la ignorancia y la barbarie de España. Esa mirada, encarnada en la voz de uno de los pilares de nuestra escena, se entronca con la eterna desgracia de un país que aun hoy, no es capaz de mirar a su Historia cara a cara.

Fue en el año 1980, aún en la Transición y antes del golpe de Estado del 23F cuando José Luis Gómez llevó a la escena la obra de Manuel Azaña La valada en Benicarló.

Una de las obras fundamentales del Presidente de la República, Manuel Azaña, escrita ya en plena Guerra Civil, donde explicaba claramente los traumas y problemas que España tenía en el siglo XX.

Hoy en día vuelve a ponerse en evidencia la importancia no solo de la Valada en Benicarló –según el escritor Haro Teglen debía ser obligatoria en los Institutos- sobre todo la revisión del pensamiento de la España moderna, la II República, que un golpe de Estado fascista derribó. Ese sistema que usurpó un Estado normalizado, nos ha llevado a una monarquía heredada y a una democracia deficiente, replanteándonos de nuevo hoy en día, la importancia modernizadora de la II República. Ambos monólogos exponen los profundos pensamientos de dos figuras centrales de la Historia de España: Unamuno y Azaña.

Los dos intelectuales que mejor pensaron sobre España, su devenir en la Historia y su anhelo de libertades. Lo problemas que el pueblo español debía afrontar para eludir las cadenas de la ignorancia, producto de una estructura de poder basada en un ejército estéril y servil a los intereses de una estructura antigua de señores, una iglesia castrante y una monarquía agónica de su propio apellido.

Podemos ver esta obra durante el mes de Abril y Mayo en el Teatro de la Abadía en Madrid