Todas las personas exitosas han luchado con la postergación en algún momento de su vida. Sorprendentemente, postergar cosas a veces es algo bueno cuando esas cosas te impiden gastar energía en cosas sin importancia. Algunas personas tienen “el postergar todo” como hábito en su vida y esto no es algo bueno. La postergación se interpone en el camino de lograr los objetivos profesionales y personales.
La postergación frena tus logros
La postergación es un mal hábito que frena a las personas de poder lograr sus sueños. Se repite una y otra vez, impidiendo el éxito y la autosatisfacción. Las personas que tienen este hábito a menudo se consideran perezosos y desorganizados, lo que es especialmente dañino en el trabajo.
En el caso de las personas débiles, la postergación incluso puede conducir a la depresión y la neurosis ("No sirvo para nada", "No puedo hacer nada”)
A continuación, algunos consejos que pueden ayudarte a decirle adiós a este mal hábito de postergar
Consejos para evitar la postergación
1.Especifica lo que quiere hacer
La gente trabaja eficazmente, cuando tienen un propósito claro.
Escribe tus objetivos principales y luego detállalos en objetivos secundarios. Colócale un tiempo destinado en el que creas puedas realizarlos.
2. Divide tu tarea en varios fragmentos
Las personas que postergan tienden a hacer grandes planes, pero no a cumplirlos. Luego son ingeniosos en tener una buena excusa del por qué no pudieron cumplirlos. Separa tu tarea en partes cortas e intenta organizarlas de la forma más difícil a la más fácil. Comienza por la más fácil, sin olvidar la difícil.
3. Hazlo en 15 minutos
Comienza tu gran proyecto con pequeños pasos. Escoge una tarea pequeña y trabaja en ella, no importa que escojas solo 15 minutos para ella, lo importante es que avance en algo y pares de postergar todo para después.
Si tienes pendiente un trabajo por hacer, haz una presentación de diapositivas ahora. Cuando tienes una tarea por hacer y comienzas a realizarla, una gran parte de tu resistencia a no hacerla desaparece.
4. No digas que no tienes tiempo
La verdad es que todos tenemos el mismo tiempo, la única diferencia está en cómo lo usamos. Haz una evaluación, mira cómo estás utilizando tu tiempo y cómo podrías usarlo mejor. Pronto verás que hay muchas áreas en las que puedes repartir grandes cantidades de tiempo. La productividad puede aumentar enormemente si sabemos manejar mejor nuestro tiempo.
5. Quema tus barcos
Hernán Cortés, el explorador español, desembarcó en México para luchar contra los inmensamente superiores aztecas.
A partir de entonces, quemó las naves que llevaron a sus hombres a tierra sin dejarles otra opción que ganar la batalla. De manera similar, enfréntate a tus miedos y descubre qué es lo que realmente te detiene. Si te da miedo hablar en público, practica el arte de hablar e intenta hacerlo.