Los primeros años de The Beatles fueron vertiginosos. En diciembre de 1964, sacaban su cuarto álbum, el tercero en poco más de un año, eso sin contar la cantidad de singles que lanzaban entre cada LP. También estaban actuando por todo el mundo, desde que 10 meses antes aterrizaran y conquistaran EEUU.

Así que el 4 de diciembre de 1964, lanzaban al mercado Beatles For Sale, que fue un refrito de canciones a base de descartes de singles y versiones, hecho más con la idea de mantener entretenidos a los fans y de paso seguir sacando partido a la gallina de los huevos de oro.

La agenda interminable

Y es que en los últimos 12 meses habían publicado Please Please me, With The Beatles y luego, al año siguiente en julio del 64, la banda sonora de A Hard Day’s Night, que fue el primer LP que contenía solo material original escrito por Lennon y McCartney, detalle que los distinguía de otras bandas del momento.

Sin embargo, de las 14 pistas en Beatles for Sale, casi la mitad de ellas, seis en total, fueron versiones de gente como Chuck Berry, Buddy Holly y Carl Perkins, entre otros. Lennon y McCartney, con una agenda en la que no había tregua, simplemente no tuvieron tiempo de escribir suficientes canciones nuevas, ya que, entre otros álbumes exitosos, singles, conciertos, apariciones en televisión, una película y también actuar por todo el mundo, no pudieron presentar material en condiciones para la fecha límite fijada en Navidad.

No es de extrañar entonces, que este disco esté considerado como uno de los álbumes más débiles del grupo.

Cambios en la tendencia de composición

Si analizamos el disco, destacan particularmente "Rock and Roll Music" de Berry y "Honey Do not" de Perkins, cantada esta por Ringo Starr. Hay que decir también que, simplemente estaban revisitando viejas influencias que pensaron que habían dejado atrás.

Sin embargo, de las canciones originales destacaron algunas como I’m a Looser, I Follow the Sun o Eight Days a Week, sin olvidar que el single independiente del álbum que lanzaron fue I Feel Fine

Fue durante este tiempo que Lennon y McCartney comenzaron a seguir sus propios caminos como compositores de canciones. A pesar de que todas ellas fueron acreditadas como Lennon/McCartney, el Beatle que la cantaba era su autor, y así, la división entre sus estilos comenzaría a tomar forma aquí, aunque cada uno de ellos contribuyera de alguna manera en las canciones del otro.

Contra el introspectivo y autocrítico "I'm a Loser" de Lennon, influenciado por Bob Dylan, "I'll Follow the Sun" melódico y suave de McCartney.

No pasaría mucho tiempo antes de que esa división se ampliara.

A pesar de un listado de canciones un tanto irregular, Beatles for Sale alcanzó el número 1 en el Reino Unido y se quedó allí durante 11 semanas. En cambio, los fanáticos de EE. UU. Tuvieron que esperar el Beatles '65 (lanzado menos de dos semanas después) y el Beatles VI (lanzado en junio de 1965) para obtener el LP original en todo su esplendor, dado que que allí publicaban de otra manera el material de los cuatro de Liverpool.