“Las chicas de cable” es la primera serie original de Netflix producida en España, con la colaboración de Bambú Producciones y la dirección de Ramón Campos. Está protagonizada por cinco chicas: Lidia (Blanca Suárez), Ángeles (Maggie Cervantes), Carlota (Ana Fernández), Marga (Nadia Santiago) y Sara (Ana María Polvorosa). La serie se emitió por primera vez en todo el mundo el 28 de abril de 2017, y el 25 de diciembre del mismo año se estrenó la segunda temporada, prometiendo una tercera para 2018. La serie se ha convertido en uno de los grandes orgullos de Netflix, siendo una de sus Series con mayor éxito.

"La unión hace la fuerza" todo para ser libres

La serie cuenta la historia de una adolescente recién llegada a Madrid cargada de sueños, que tras sufrir la dureza de la capital se ha convertido en una hermosa mujer con sueños y capaz de sobrevivir y ser una mujer independiente. Esta mujer se llama Lidia, o al menos este será el nombre con el que conocerá al resto de las chicas de cable, al trabajar juntas como telefonistas en una novedosa compañía de telefonía. Las cinco mujeres vivirán una serie de aventuras que les llevarán a luchar juntas por ser libres, bajo el lema de “La unión hace la fuerza”. Ángeles, la telefonista más antigua tendrá que elegir entre servir a su familia y seguir siendo la esclava de su marido, o ser libre y feliz, pero transgrediendo las normas; Carlota buscará liberarse de su padre y ser la mujer independiente que sueña; Marga deberá luchar con la inocencia de una mujer recién llegada de su pueblo, para convertirse en una mujer de capital y hacer frente al amor; Sara se verá envuelta en un serio dilema existencial, que le hará mantener una estrecha relación con Carlota; Lidia, por su parte, tendrá que luchar por deshacerse de un pasado que le persigue, mientras se ve encerrada en un triángulo amoroso, propiciado por la traición, el engaño y la fuerza del primer amor.

Las mujeres del siglo XX

La historia sucede en el moderno Madrid de los años 20, durante el reinado de Alfonso XIII, en los años previos a la II República española. En la ciudad se respira un aparente aire de progreso y modernidad. Las últimas tendencias están llegando a la capital, entre las cuales destaca sin lugar a dudas el hilo conductor de la historia, el teléfono.

Todo esto no es sino una máscara que oculta una sociedad ensuciada por la traición, los intereses, los celos, la política, y un gran machismo que hace que las mujeres sean personajes de segundo plano. Las mujeres de la época, así como nos muestran las protagonistas, tenían un dueño, este sería su padre o marido, del que dependían para absolutamente todo, incluso para poder sacar dinero de un banco.

Ni si quiera podían votar en unas elecciones, tampoco podían optar al divorcio y sus hijos solo le pertenecían al padre.

Las mujeres del siglo XXI

La verdadera pregunta es cuánto ha cambiado nuestra sociedad desde aquella época. ¿Son totalmente libres las mujeres del siglo XXI? El pasado 8 de marzo se llevó a cabo en España la primera manifestación feminista de su historia. En las principales ciudades del país muchas mujeres lucharon por sus derechos, por ser vistas como personas necesarias para este mundo, porque sea considerada su capacidad al igual que la de los hombres, por la necesidad de tener oportunidades y poder ser plenamente libres. Gritaron también por aquellas mujeres que ya no están.

El 8 de marzo de 2018 es el día que paró el mundo, porque pararon las mujeres, pararon en sus trabajos, pararon en sus casas, pararon sus vidas y se vistieron de morado para unirse, porque como decían las chicas del cable, “La unión hace la fuerza”. Ese día las mujeres de España hicieron historia, lo hicieron como lo hubieran hecho Lidia, Carlota, Marga, Ángeles y Sara, hace 90 años; lucharon enorgulleciendo a todos aquellos hombres que les apoyaban y a todas las mujeres que no pudieron salir a la calle.

Las chicas del cable empezaron el camino

En realidad, las chicas del cable, siendo personajes ficticios, nos han ayudado a darnos cuenta de que un siglo no ha sido suficiente para cambiar el mundo.

Ver la serie de Netflix nos ha servido para comparar la situación actual de las mujeres con las de los años 20. En el año 2018, la mujer sigue siendo vista como un objeto sexual, como el sexo débil que no debe trabajar, sino que debe cuidar de su familia. 45 mujeres fueron asesinadas por violencia machista, y otras muchas vuelven a sus casas con miedo. Todavía se dice que una mujer está provocando cuando enseña su cuerpo. La brecha salarial entre hombres y mujeres fue, en 2017 del 23,25%, lo suficientemente elevada para darse cuenta de que el trabajo de una mujer es menospreciado respecto al de un hombre. Todavía, a día de hoy se ve mal que una mujer ocupe un cargo de alta responsabilidad. Por todas estas razones debemos pensar, al ver “Las chicas del cable”, que si cien años después la situación apenas ha cambiado, algo estaremos haciendo mal, y posiblemente debamos cambiar el mundo. Tal vez debemos empezar a cambiar la historia, así como lo hicieron las mujeres españolas y de otros países el 8 de marzo, así como empezaron a hacerlo las chicas del cable.