"Ejecutado será Alfonso XIII el día de su enlace.Un irredento". Este mensaje enigmático, junto a unos grabados de una calavera con tibias cruzadas y la firma de "Dinamita", apareció en uno de los árboles que pueblan el madrileño Parque del Retiro.

Marcado a navaja, fue escrito días antes de que se produjera el atentado contra Alfonso XIII el día de su boda con Victoria Eugenia el 31 de mayo de 1906. Acto que fue perpetrado por el anarquista Mateo Morral en la calle Mayor y que se saldó con el fallecimiento de 25 personas, entre civiles y militares.

Hoy día, este suceso es recordado con un monumento situado en la plaza donde confluyen la calle Mayor con las calles del Sacramento y del Pretil de los Consejos.

Lo curioso es que Morral fue visto el 20 de mayo deambulando por el Parque del Retiro junto a otra persona que jamás se ha identificado, según relató en su día el desaparecido El Imparcial. Los dos iban vestidos de forma decente, uno con una gorra japonesa y el otro con un sombrero Frégoli. ¿Fue el propio anarquista quien escribió el profético mensaje en aquel árbol del parque madrileño más famoso? Parece ser que sí, pues le vieron escribiendo algo en el árbol con una navaja afilada...

Según las crónicas del periódico ABC de la época, el árbol tallado era el quinto de una de las vías transversales del Paseo de Coches, antes conocida como Paseo de Lauros.

Este diario dio la noticia de la existencia del mensaje el 15 de junio de 1906 gracias a la información aportada por Vicente García Ruipérez, un vecino madrileño que descubrió el mensaje mientras lo estaban escribiendo en el momento que paseaba por el Retiro con su hijo.

Vicente García Ruipérez se acercó a Mateo Morral y al otro individuo para ver qué estaban haciendo.

Rápidamente los lanzaron evasivas al curioso ciudadano madrileño para que les dejase en paz y parara de preguntar sobre lo que estaban haciendo en aquel árbol.

Aquel observador olvidó el incidente hasta el día que vio en la prensa que el artífice de aquel intento de asesinato del rey era uno de aquellos hombres con los que coincidió en el Retiro.

El árbol, a día de hoy, es ilocalizable gracias al enorme número de plantas que hay en el parque y por la desaparición de los más antiguos que se conservaban en malas condiciones.

Actualmente, la imagen del mensaje premonitorio se encuentra en el archivo fotográfico del ABC, recordando esta anécdota que bien podría haber evitado la catástrofe que se vivió en las calles de Madrid aquel 31 de mayo de 1906 si se hubiera descubierto antes.