No olvidemos que cada de cada movimiento surge un contramovimiento, y en esto precisamente es en lo que conecta la política y el arte, o la Música, por ejemplo. En España no dominamos el pop internacional, ni el rock, pero en cuando contramovimientos, sacamos toda nuestra paleta cromática cultural.
Podemos sentir un extraño orgullo por la creación de grupos reivindicativos y verborreicos como las bistecs o artistas vanguardistas emergentes como nathy peluso. Pues contraponen el punto de vista varonil de algunos estilos ligados a hits, o canciones discotequeras sin ningún fin más hallá de bailar.
Las Bistecs, fenómeno pop absurdo y genial
Su genero se ajusta al electroclash, pero ellas lo denominan electro-disgusting. Se clasifican como “divas proletarias”. “Es tener tantas ojeras como proyectos” dijeron en el programa de H3O de Radio 3, por su pluriempleo para llegar a ser mil euristas y aún así su persistencia en el mundo del arte y la música.
“No sabemos cantar, no sabemos bailar, no tocamos un puto instrumento: somos dos mamarrachas”, admitieron en uno de sus conciertos de Barcelona en su “Malgusto Tour”. Llaman a sus fans “entrecots”, reparten cigarrilos, disparan cava y dedican sus canciones a personajes como “M. Rajoy”. Ellas quieren más haters, o “contramuslos”, para hacer un proyecto creativo en conjunto, pero aún no tienen los suficientes.
Viendo todos sus trabajos, no parece que vayan a conseguir tener demasiados.
El dúo se caracteriza por una música con mucha letra con historia del pop y mitología española.
Tienen alto componente crítico, por lo que podrían llamarse canciones protesta. Con frases como “caminante no hay camino sino tampax en el mar” se embarcan además en temas medioambientales.
Creen en un neo-nuevo-feminismo, y son aliadas y criticas a las redes sociales, por su amor-odio a todo loque esta era (y su generación) representa.
Nathy Peluso, trap de vanguardia
Esta artista se centra en el trap y la música urbana. Con más performance que cualidad vocal, esta argentina madrileña rapea frases intensas y directas, pero sobre todo muy sinceras y cortantes.
En varias ocasiones ha hablado de su intención de crear una nueva vanguardia musical, a lo que se le ha acusado de apuntar demasiado alto para su edad y su estilo. Si lo conseguirá, tal vez sea lo de menos. Su música definitivamente marca a todo el que la escucha y su ritmo suena a hit innegablemente.
Sus bases son sorprendentes para aquellos a los que no acaba de convencer sus letras o su forma de cantarlas. Recuerda fielmente al estilo noventero del hip hop, el r&b, o el soul y el jazz.