Quedan casi dos meses para conocer al sucesor de Salvador Sobral en el Festival de Eurovision y si algo tenemos claro, al margen de lo que digan las malas lenguas, es que este año la calidad de los países y la diversidad musical es consecuencia del triunfo del portugués en 2017.

Este año, y no los anteriores, España presenta una candidatura competente y de nivel, pero Amaia y Alfred, no lo tendrán fácil en Lisboa, y es que muchas son las canciones que suenan como favoritas y España no está entre ellas.

Israel se postula como la gran favorita a llevarse el micrófono de cristal

En primer lugar es inevitable hablar de Israel; Netta Barzilai es su representante y su canción "Toy" se sitúa primera en las casas de apuestas. Una propuesta vanguardista bajo el título de lema feminista y con toques de humor aportados por el sonido de una gallina que la propia Netta es capaz de reproducir sin artificios. Sin embargo, y como siempre sufren los favoritos, esta canción no viene exenta de críticas, muchos la califican de parodia, un insulto a la música.

En una línea completamente diferente se encuentra Estonia con "La forza", una canción de ópera representada magistralmente por Elina Nechayeva. Se trata de una propuesta genuina y potente que destaca entre tanta diva de la purpurina y el pop comercial predominante en este Festival.

Por otro lado, Francia es indiscutiblemente una de las protagonistas de este año, independientemente del resultado en Mayo. Madame Monsieur son una pareja que cantan la historia de una niña refugiada que nació en el mar mientras su madre se exiliaba; Mercy es su nombre y el título de canción, que supone además un juego de palabras pues en francés quiere decir "gracias" pero en inglés, y recordemos que esta es la lengua oficial del Festival, significa "misericordia".

El festival de 2018 viene cargado de canciones denuncia

De canción protesta también saben en Italia y sus representantes Erman Meta y Frabrizio Moro; su canción "Non mi avette fatto niente" es un rap con mezcla de pop que denuncia los últimos atentados sufridos en Europa. Un tema potente y desgarrador pero que no consigue la elegancia de sus vecinos franceses.

No podemos olvidar a Bélgica, país que desde hace 3 años trae propuestas de gran calidad y con resultados que no descienden del TOP 10. Este año Sennek es la joven representante y su canción "A matter of time" tiene un estilo muy similar a las bandas sonoras de James Bond.

Y alejándonos del pop encontramos a Holanda, quien repite candidato con Waylon, la mitad del grupo The Common Linnets que obtuvo el segundo puesto en el Festival de 2014. Una canción rock-contry muy potente que gana enteros con el carisma del veterano Waylon.

Australia, Suecia y Bulgaria también se presentan con grandes candidaturas que oscilan entre los primeros puestos de la casas de apuestas pero su estilo no difiere del que estamos acostumbrados a escuchar en Eurovision y recordemos que los dos últimos años han triunfado propuestas alejadas completamente de lo mainstream

Después de este análisis, ¿creéis que tienen posibilidad Alfred y Amaia de distinguirse entre todas estas candidaturas?