Cuatro años atrás, el cordobés Juan Carlos Nuñes se sentó en el balcón de su casa a contemplar las estrellas. El humorista gráfico, ilustrador y escritor de cuentos infantiles buscaba un nuevo personaje, quería dar vida a un nuevo “hijo de papel”, como él mismo lo llama, que no sólo toque el corazón de los lectores sino que además se abra paso frente a los prejuicios y la falta de inclusión que enfrenta un niño con Síndrome de Down y su familia.

En una entrevista con Nuñes revivimos el proceso de creación de Teo, un niño con Síndrome de Down

El mismo autor nos contó que al inicio se sintió rodeado de preguntas.

“Escuchaba la voz de los padres que me relataban problemas que no conocía.Y me pregunté ¿cómo se puede ayudar a estas familias? ¿De qué manera puedo hacerlo?”.

Fue en ese momento que el humorista se largó a la ardua tarea de la investigación que a la vez implicó charlas con los padres de los niños con Síndrome de Down. “Porque no podía largar una Historieta con un personajes con esas condiciones de vida sin conocer”.

Cinco meses después la primera serie ya estaba lista y fue publicada en el diario Primera Edición, de la provincia de Misiones, argentina. Desde ese momento, la tira aparece cada martes en dicho periódico.

Pero Teo no se detuvo, es que con su encanto y picardía supo atravesar los límites geográficos de la Argentina y llegar a otros puntos del mundo.

Por medio de las redes sociales como Facebook, Instagram y Twitter ingresó a los hogares de muchos países de habla hispana convirtiéndose en “una bandera tomada por los padres para luchar por la inclusión”.

Teo fue adoptado por distintas organizaciones como: “Yo Igual a Vos de Posadas”, en Misiones, Argentina; la entidad “Síndrome de Down Jalisco” de Guadalajara, México; y en este momento “Vida Down” de Iquique, Chile.

¿Cómo nace Teo, un niño con síndrome de Down?

Nace de la necesidad de los padres que tienen hijos con síndrome de Down de visualizar lo que pasa dentro de esas familias. También para exhibir a la sociedad una problemática que viven esas familias al encontrarse con muchas prejuicios y tabúes, principalmente con la falta de inclusión.

Cuando dictaba los talleres en los encuentros con los niños me divertía. Pero cuando escuchaba la voz de los padres me encontraba con problemas que no conocía. Fue entonces que comencé a indagar.

Una noche mirando las estrellas pensaba cómo crear a Teo. En este proceso me suelo hablar a mí mismo. Entonces me dije “eres dibujante, haz un personaje”. Y continué “ya tienes al personaje, tienes la historieta, cómo lo vas abordar”.

Investigue si en la Argentina había otro personaje de historieta que hable del mismo tema y no los encontré.

Si encontré a “Beto” pero no es una historieta. Es un personaje con síndrome de Down animado con la técnica stop motion.

También hallé, en medios de habla hispana, historietas que abordaban el tema pero no tenían como tema principal la situación actual de las familias: problemáticas de prejuicio, inclusión y tabúes.

Teo es decirle al otro “soy un niño con síndrome pero no me veas como un niño con síndrome sino como un niño”. Que vean a la persona y no su condición de vida.

¿Cuánto tiempo te llevó crear el personaje?

Fueron cinco meses porque no podía largar una historieta con un personaje con esas condiciones de vida sin conocer. Entonces, me informé, fui a charlas con médicos, a encuentros organizados por la Asociación Síndrome de Down de la República Argentina (ASDRA), hablé con padres y con gente amiga que tiene hijos con síndrome de Down. Y quería que la sociedad vea qué es realmente el síndrome de Down.

Durante el proceso de creación ¿qué te enseñó Teo?

Siempre digo que aprender de los niños y de lo que uno puede investigar es darse cuenta de lo mucho que uno ignora.

Por eso, en la historieta hay un poco de humor, ternura pero a veces es algo ácido.

Se debe entender que el síndrome es una condición de vida y no una enfermedad, no contagia. Siendo estimulados desde pequeños se pueden lograr muchas cosas.

Cuando un hijo tiene el síndrome se tiene que tener en cuenta muchas cosas que van desde la forma de hablar, que debe ser lenta para que la persona pueda procesar la información. Uno debe acompañarlo hasta que empiecen a tomar vuelo propio.

Se registraron muchos casos en los que las personas con síndrome eran aisladas, no se les brindaba una estimulación temprana y eso fue perjudicando al niño.

¿Cómo fue la aceptación de la historieta?

Muchos padres lo tomaron como una bandera para luchar por la inclusión

La aceptación de los grupos organizados de padres fue muy grata. Eso me encantó, una vez me escribió una madre de México que leyó la historia de Teo y se emocionó, me pidió autorización para hacer una campaña con la historieta y acepté, eso fue en el 2016.

En el 2017 esta madre formó un equipo de padres y mostró a la sociedad de Jalisco la importancia de hacer una campaña por los chicos con síndrome. Tuve la oportunidad de asistir al simposio sobre la inclusión. Allí vi que muchas madres veían en Teo un apoyo, una bandera que les daba más fuerzas para continuar luchando por la inclusión y por sus hijos.

Actualmente en Iquique, Chile comenzaron una campaña con la historieta de Teo.

También Pablo Pineda, el actor y escritor con síndrome de Málaga, España, publicó en su Facebook todas las historietas de Teo, para mí fue un gran honor.

Gracias a las redes sociales hay gente que comenta desde: Colombia, Chile, México, España. Teo pasó las barreras, cruzó las fronteras y me da más fuerzas para seguir acompañando a los padres.

Cuando te propusiste crear a Teo ¿cuáles fueron los mayores inconvenientes con los que tuviste que confrontar?

En la vida siempre te critican pero hay que tomar las críticas como algo constructivo y cada opinión se la debe analizar.

Cuando comenté la idea a una profesional especializada en el tema me dijo: “no te involucres con eso”, ella trabajaba en una escuela especial. Y le pregunté “¿por qué no? Me contestó que los padres “son sensibles”

Pero a los padres hay que ayudarlos y que mejor manera que expresando lo que les pasa. Tomé sus palabras como un impulso.

Por eso otras de las cosas que hago son charlas con una chica con síndrome y una maestra integradora, vamos a las escuelas del interior de la provincia de Misiones. Una vez en el aula, cada uno cuenta su experiencia de vida y cómo se debe tratar a una persona con síndrome. Debemos dejar de discriminar y brindar nuestro granito de arena, como lo hace Teo cada semana.