No hay una cantante en la historia de la música universal que exprese sentimientos tan profundos como Nina Simone. Afroamericana, empeñada en la lucha por los derechos civiles, artista que se convirtió en leyenda. Como muchos profesionales del mundo de la música antes que ella, su talento y su fuerte sensibilidad la llevó a la locura. Triste éxito de una vida pasada en contacto con el dolor. A ella esta dedicado este artículo en conmemoración de su entrada en la "Rock and Roll hall of fame" del 2018, hecho ocurrido el pasado 13 de diciembre.

La vida

Nina Simone nació el 21 de febrero de 1933 en Tyron ( Carolina del Norte, EEUU ) con el nombre de Eunice Kathleen Waymon. Su vida empezó en el sur de los Estados Unidos, en los años treinta y ya desde su infancia fue objeto de fuertes acciones racistas por parte de la población blanca. Aunque, como ella misma recordaba muchas veces en sus entrevistas, varios episodios que marcaron su vida debido al profundo odio hacia la gente de color, fue capaz de abrirse un camino hacia al éxito artístico y también de dedicarse a la lucha contra aquel racismo que había visto de pequeña a su alrededor.

Nació en una familia pobre, su padre era camionero y su madre trabajaba como ama de casa. Gracias a la cercanía de su familia a la iglesia, se empezó a dedicar ya muy temprano a la música.

Cuando tenia seis años se convirtió en la pianista oficial de la iglesia que frecuentaba. A los once empezó su formación musical gracias a estudios privados, que le dieron la oportunidad de conocer la música clásica. Bach la apasionó profundamente, tanto que consideró la posibilidad de poder dedicar toda su vida a tocar aquel estilo musical.

Desafortunadamente, sus estudios fueron frustrados a la edad de 21 años por falta de dinero y por el rechazo en la concesión de una beca que podría haberla ayudado a seguir su formación musical en la "Curtis school of Philadelfia".Desde aquel momento empieza, casi por casualidad, su carrera como cantante. Comienza a impartir clases particulares pero cuando se da cuenta que un alumno suyo trabaja en un bar de Philadelfia y gana mucho más que ella, se presenta en dicho local para trabajar.

El canto

Es en 1954 cuando su nombre se transformó en el de Nina Simone: Nina como la llamaba su primer amor y Simone como la grande actriz Simone Signoret. Elige un nombre artístico para que su madre no la descubra. Para ella habría sido una vergüenza darse cuenta que su hija trabajaba en un sitio tan alejado de la religiosidad, a la cual estaba tan aferrada su familia. En un principio, Nina toca solamente, pero al final de su primera exhibición, su jefe la obliga a cantar o en caso contrario, sería despedida. En un primer momento no estaba de acuerdo con el hecho de tener que cantar, puesto que sus objetivos artísticos eran bien distintos al de convertirse en una cantante, pero gracias a este cambio, el bar empieza a llenarse más cada noche.

La gente atraída por su voz la lleva a trabajar en varios sitios hasta llegar al Greenwich Village de Nueva York, centro de la movida jazz de color en los 60'. Así, se acercará al mundo del Jazz hasta consagrarse una estrella del género. Su primer álbum apareció en 1958 y vendió un millón de copias, desde el cual nació su primer éxito comercial: "I loves you Porgy". En el 1963 empieza a trabajar para la Philips e interpreta algunas de sus canciones más conocidas como "Old Jim Crow" y "Missisipi Goddam" dedicado a un atentado en una iglesia baptista en Alabama y las cuales se volvieron himnos para la lucha de los derechos de la gente de color en Estados Unidos. Ella fue una gran sustentadora de Martin Luter king en los años 60' y de Malcom X.

Se implicó tanto en la lucha contra el racismo que muchas veces sus conciertos se volvieron comicios políticos para la defensa de los derechos de la gente negra.

Africa y Europa

Al final de los años 60' decidió abandonar los EEUU por varios problemas que empezaron a surgir con las casas discográficas y también con el fisco. Después de esta temporada, sus álbumes comenzaron a publicarse con menos frecuencia. Se dedicó a dar vueltas por el mundo y a mostrarse públicamente. Logró también su deseo de vivir en África, donde afirmó sentirse libre, como en su casa al fin. Ahí, no era más una estrella, activista, esposa, madre; en el viejo continente era simplemente ella misma, una mujer con una hija y donde nadie le decía como tenía que comportarse.

Después esta temporada vuelve a Europa, pero volver a trabajar será muy duro para ella, tanto que la llevaría a intentar el suicidio. En los 80' , gracias a una publicidad de Chanel, vuelve a ser una estrella del mundo de la música y las nuevas generaciones empiezan a escuchar su arte. Pasará sus últimos años en el sur de Francia, presentándose muy pocas veces ante el público, hasta fallecer el 21 de abril de 2003 debido a un tumor de mama.

El amor y el sufrimiento

Su vida personal fue muy compleja. En muchas ocasiones, sus hombres fueron personas violentas y a veces también muy poderosas políticamente. Fue víctima de violencia de género por parte de su primer marido y mánager, del cual tuvo una hija con la que forjó una relación violenta.

Al final de su vida desapareció de la escena pública y muchas veces debido a las crisis maníaco-depresivas que padecía. Esto le originó mucho dolor, algo que se puede identificar en sus canciones y en su timbre de voz. Una voz que parece casi agotada por tanto sufrimiento y que miss Simone fue capaz de engloriar de una manera tan perfecta a través de su música, ofreciendo al mundo interpretaciones majestuosas.

Nina Simone estaba convencida de que la libertad era no tener miedo, como ella misma afirma en una entrevista. Este deseo, junto al de conquistar el respeto de todos, blancos y negros, en una época de trasformaciones sociales, fue lo que la empujó a seguir adelante, también su sueño de niña de convertirse en la primera pianista clásica de color en América, se modificó y adaptó a distintos estilos de música.

La calidad más evidente de su estilo expresivo es la total sinceridad. Su canto exprime el real dolor y tormento que vivió en su propia piel, nunca es "performance", hay solo verdad. Quien la escucha lo siente y no puede más que empatizar con ella y con su fuerza.

En las canciones de Nina Simone encontramos sentimientos que toda la humanidad tiene: el dolor por las injusticias sufridas, la búsqueda del amor, que para ella fue causa de muchísimo dolor y el deseo de emerger, de mostrar talento, de gritar al mundo: "aquí estoy! No puedes fingir que no exista." Estos son los motivos por los que Nina Simone fue, es y será siempre ,una cantante universal.

Stefano Carbone