hatshepsut la reina-faraón, es una de las figuras femeninas más célebres y controvertidas que integra los anales de la historia antigua universal. Para muchos es una mujer inteligente, fuerte y adelantada a su época. Para otros, es una ambiciosa mujer que sumió a egipto en un letargo que duro 22 años. ¿Pero qué hay de cierto en esto? ¿Quién fue realmente ella? Por suerte muchos arqueólogos, investigadores e historiadores han ido desvelando aspectos de su carácter, su política y su pensamiento, lo que ha permitido sacar a Hatshepsut del halo de misterio y oscuridad que la envolvían.

Hija, hermana y esposa de faraones

Hatshepsut significa "la primera de las nobles damas". No en vano, esta mujer, fue hija del faraón Tutmosis I, un gran faraón guerrero que convirtió a Egipto en una potencia temida, fuerte y rica y de la primera esposa, Ah-Mes Ta. Debido a la cercana relación que mantenían Hatshepsut y su padre, este integró a la niña en la vida de la corte así como la instruyó en las artes de la lucha, los caballos o la política. Desde muy pequeña, fue forjando su personalidad fuerte y su amor hacia el poder y su país. Lo que a ojos de muchos la convirtió en una candidata idónea al trono y para otros en una amenaza. No obstante, no estaba sola ya que Hatshepsut tenía varios hermanos, entre ellos Tutmosis II, hijo de Tutmosis I y una concuvina llamada Mut Neferet.

A la muerte de su padre, Hatshepsut luchó con todo su ahínco por convertirse en reina-faraón ya que consideraba que su hermanastro no era apto para continuar el glorioso legado de su padre por varias razones, entre ellas, su carácter débil y su poca predisposición para el liderazgo. Cualidades en las que Hatshepsut destacaba enormemente.

Sin embargo, el todo poderoso arquitecto real Ineni y los partidarios de su hermanastro Tutmosis II, relegaron a Hatshepsut al mero papel de "gran esposa real" y entronizaron a su medio-hermano como el nuevo hijo de Amón en la tierra.

La segunda oportunidad de Hatshepsut para hacer historia llegó tras la temprana muerte del faraón quien era su marido y medio hermano.

Hatshepsut intentó reunir un número de partidarios que la apoyaran y ayudaran a convertirse en una de las primeras mujer-faraón del Egipto Antiguo. No obstante, como la vez anterior Ineni y sus adversarios volvieron a relegarla a las sombras esta vez bajo el título de "regente" del futuro faraón, el niño Tutmosis III, su hijastro.

Sin embargo, esta vez no iba a permitirlo. Desde su posición de regente y junto a sus seguidores, entre los que destaca el arquitecto Senenmut, a quien se le atribuye la paternidad de Neferu-Ra, la hija de Hatshepsut, consiguió ir adquiriendo poco a poco todo el poder que envolvía a la figura del faraón, hasta apartar del poder a su hijastro y coronarse a sí misma como reina-faraón del Alto y Bajo Egipto.

Prosperidad, riqueza y cultura en el reinado de Hatshepsut

El reinado de Hatshepsut está caracterizado por haber sido un reinado largo (22 años), prospero y tranquilo. A diferencia de su padre, Tutmosis I y su hijastro, Tutmosis III quien la sucedería, Hathsepsut impuso la paz en Egipto. Sus mayores logros fueron por un lado, su ambición constructora y por otro, la famosa expedición a Punt, la cual reportó riqueza y nuevas relaciones comerciales y políticas para Egipto.

El arquitecto Senenmut, se encargó de cumplir los dos sueños de la reina. Por un lado, transformó el paisaje egipcio con templos, estatuas y obeliscos para mayor gloria de la reina, como es el caso del Templo de Karnak donde la reina mandó erigir dos obeliscos, un pilono que mejoraba el edificio o el templo de Maat que más tarde mando destruir Tutmosis III.

Aunque sin duda, la más célebre construcción del arquitecto Senenmut, fue el templo funerario que Hatshepsut que mandó erigir en "Deir el Bahari" y que todavía sigue en pie.

El famoso arquitecto se convirtió en uno de los hombres de confianza de la reina y por eso fue el encargado de encabezar la expedición comercial a Punt, la cual fue tremendamente beneficiosa para Hatshepsut y su política comercial pero que no ayudo a mejorar la dañada imagen de la reina tanto en palacio como a nivel popular.

La expedición, que se cree que fue a Somalia pero los investigadores aun no lo han confirmado, reportó a Egipto varias riquezas como oro, mirra (la cual era muy preciada en aquella época) o innumerables especias.

No obstante, durante los 22 años que la reina estuvo al mando del país de Amón-Ra, sus detractores y partidarios de Tutmosis III fueron creciendo y finalmente consiguieron terminar tanto con los partidarios de la reina-faraón, entre los que se encontraba Senenmut, como con la propia Hatshepsut la cual falleció en extrañas circunstancias.

Damnatio Memoriae

Tras su muerte, su hijastro Tutmosis III, fue coronado faraón. Tutmosis III acabó con todos los partidarios de su madrastra, cambió su política pacifista por una mucho más belicosa e intentó por todos los medios borrar toda existencia de su madrastra en la tierra, lo que en Historia se conoce como una "Damnatio Memoriae".

No obstante fue en vano, puesto que aun quedan vestigios del reinado de Hatshepsut, como su templo funerario, columnas, obeliscos y estatuas. Así como reflejo de su paso por la historia en los inmortales muros de los templos egipcios que preservaron y guardaron entre sus jeroglíficos la imagen y la vida de esta reina ancestral y enigmática. Una mujer fuerte que consiguió romper los cánones y las tradiciones de su época y erigirse reina-faraón en un mundo de hombres.