El Cine anglosajón y norteamericano vive en horas bajas, no salen de la dramaturgia, de su narración, ni tampoco de sus grandes actores. Todas los films son canibalizados por alguna de estos pilares, pero solo pilares del Cine, que es mucho más. Las potencialidades del Cine se limitan mucho con esta escuela, acabo aburrido de la pantalla. El film nos presenta la vida de Alberto Giacometti, un genio del arte del siglo XX, nadie lo niega...

Un artista único con una vida única, donde el perfeccionismo y la autodestrucción pululaban con ataques de humor, prostitutas, vino y tabaco. El film nos muestra las jornadas que pasó el escritor norteamericano James Lord junto al pintor. La realización del retrato de Lord –un clásico del arte del siglo XX, y un pastizal en Christie´s- en su estudio de París nos muestra unas pinceladas, solo unas pinceladas, de la complejidad del personaje, y eso sí, unas interesantes líneas de la forma de trabajo del pintor y sus primeros bocetos. Esta parte, completamente estética, hubiera sugerido un mundo mucho más profundo en manos de un director como por ejemplo Víctor Erice.

Por lo demás el film se queda en bosquejo de muchas cosas –no sabemos si este Layout alcanzará las desbordantes sumas que los dibujos inacabados de Giacometti consiguió, me temo que no será así.

El arte de la amistad, es un bosquejo de película, un sucedáneo cinematográfico, eso sí, ver las composiciones geométricas del artista italiano y su mundo, en las buenas manos de Geoffrey Rush, al menos, no aburre.