Más allá de la Nueva Ola de Cine rumano, existían unas mimbres antes que Cristi Puiu (Sierranevada), Cristian Mungiu (4meses, tres semanas, dos días), Radu Jude (Aforim), o Adrian Sitaru (Domestic, Illegitim), dieran un empujón a un Cine, que como la gran mayoría del producido en los países del este, siempre ha tenido una muy buena escuela. La 8ª edición de Muestra de Cine Rumano, de nuevo tiene en el Cine Doré su lugar. Abre la edición la película Fixeur, la seleccionada por la Academia de Cine de rumana para representar al país en los Premisos Oscar a la mejor película de habla no inglesa.

El film de Sitaru, uno de los más galardonados cineastas de esta generación, estará presente en la apertura de la muestra que dará comienzo el 8 de noviembre. Sitaru siempre ha buceado sobre los extremos de las emociones, y los límites de la propia ética. Si en illegitim, se ahondaba en la relación de amor incestuosa de dos hermanos gemelos, en esta nueva bobina los espacios se confunden en la labor del periodismo cuando entra en la vida de las personas. Desde la perspectiva del mejor trabajo hecho, cuando se nutra de la mejor ética, incluso en esos casos puede llegar a suponer un abuso en la intimidad de las personas. Siempre se tiene esa espada de Damocles con muchos trabajos audiovisuales, testimonios y documentales que invariablemente te llevan a tus propios límites, entre el profesional y la ética humana.

Entre los títulos de este ciclo Aferim, la cinta que ya pudimos ver en el Indie de Lisboa; Poroca o Inimi cicatrizate / Scarred Hearts, son alguno de los buenos ejemplos que podremos ver en la Filmo.