París 1929. Llegaba a su fin la década gloriosa de la ciudad de la luz: por cada rincón surgían movimientos artísticos y nacían nuevos artistas que quedarían enmarcados en la historia. Liberados de la Primera Guerra Mundial, muchos estadounidenses emigraban a Francia, seducidos por el viejo mundo que consideraba ridícula la Prohibición y sólo creía en el Arte y la bohemia.
En este contexto se conocieron. Ella tenía 21 años y él, 24. Sin pretenderlo se convirtieron en una de las parejas más polémicas del siglo XX, mitificando su relación como un paradigma de libertad y modelo de ruptura con las formas tradicionales burguesas.
Simone de Beauvoir (1908 - 1986) provenía de una familia de buen pasar económico. Destacó desde temprana edad como una alumna brillante. Fue una pensadora y novelista, reconocida como una representante del movimiento existencialista y como un ícono feminista. Estudió en la Sorbonne, se graduó en filosofía y hasta 1943 se dedicó a la docencia. Participó activamente en los debates ideológicos de la época, atacando con dureza al partido derechista francés. En sus textos también introdujo (desde la óptica existencialista) los conceptos de "libertad" y "compromiso".
El segundo libro de Simone, "El segundo sexo" (1949) se convirtió en una obra clásica del pensamiento contemporáneo, ya que elaboró una historia en la que analizaba las distintas características de la opresión masculina; lo que le significó ser un punto de partida teórico para distintos grupos feministas.
Afirmó en este libro que al ser confinada al hogar y a las funciones reproductivas, la mujer perdía todos los vínculos sociales y con ellos la posibilidad de ser libre.
Jean-Paul Sartre (1905 - 1980) fue un reconocido filósofo y escritor francés. En 1924 inició sus estudios universitarios en la École Normale Supérieure, donde más tarde conocería a Simone.
Poco tiempo después obtuvo una beca que le permitió trasladarse a Alemania, donde descubrió la filosofía de Husserl y Heidegger. En 1938 publicó uno de sus primeros #Libros: "La náusea"; en el que plasmó los principios del existencialismo; movimiento del cual se convertiría en su máximo exponente.
En 1964 rechazó el Premio Nobel de Literatura explicándole a la Academia Sueca que él tenía que reclinar por sus principios toda distinción y que creía que los lazos entre el hombre y la cultura debían estrecharse sin la necesidad de ninguna institución.
Desde el momento en que estos dos pensadores se cruzaron, se volvieron inseparables. Su vínculo perduró durante más de 50 años, y, a pesar de todo ese tiempo, nunca vivieron juntos, se negaron a contraer matrimonio y a tener hijos, y practicaban la poligamia. Sartre estaba con otras mujeres, de las cuales muchas eran sus alumnas y hasta distrubía de manera perfecta el tiempo que pasaba con cada una. Por su parte, Simone mantenía relaciones con hombres y mujeres, eventualmente también alumnos/as suyos, escandalizando a la conservadora Francia de su época por su expresa bisexualidad y la transparencia con la que hablaba de libertad sexual. Ella siempre arremetía preguntando porqué no se le cuestionaba lo mismo a Sartre.
En su obra "Carnéts", el filósofo explica lo que le transmitió a Simone acerca de que "existían dos tipos de sexualidad: el amor necesario y los amores contingentes". Y ella era, claro, su amor necesario.
Juntos, se solidarizaron con los más importantes acontecimientos de su época como el Mayo Francés, la Revolución Cultural China y la Revolución Cubana. De Beauvoir fue profesora de filosofía hasta el año 1943, cuando por la ocupación alemana en París a causa de la Segunda Guerra Mundial, la alejó para siempre de la enseñanza. Durante ese período vivió en la ciudad tomada, y fue parte de la Resistencia Francesa.
Luego de decenas de años, su relación no se veía desgastada ni su correspondencia cesaba.
Sus charlas eran un híbrido entre declaraciones del amor más pasional y debates ideológicos. Las pruebas de lo primero están en lo escrito por Simone en numerosas cartas como ésta:
“Una gran suerte acaba de dárseme. Bruscamente, ya no estaba sola. Hasta entonces, los hombres que me habían interesado eran de una especie diferente a la mía. Me era imposible comunicarme con ellos sin reserva. Sartre respondía exactamente a mi voto de los quince años: era el doble en quien reencontraba, llevadas a la incandescencia, todas mis manías. Con él, podría simplemente compartirlo todo. Cuando lo conocí, supe que nunca más saldría de mi vida”.
En 1980 Sartre murió a causa de un edema pulmonar. A las cincuenta mil personas que asistieron a su entierro de forma espontánea se las llamó "la última manifestación de mayo de 1968". Seis años después, Beauvoir enfermó y falleció.
Ambos se encuentran enterrados hoy en una tumba común en el cementerio de Montparnasse.