En 1952, la revista del gobierno vasco en el exilio Euzko Deya relataba una curiosa anécdota que tenía que ver con el euskera durante la Segunda Guerra Mundial. En la publicación se relataba cómo un grupo de 60 vasco-americanos comandado por un tal Frank D. Carranza contribuyó a la victoria americana contra los japoneses en la batalla de Guadalcanal (1942), tan importante para el desenlace final de la Segunda Guerra Mundial. Carranza y sus hombres se dedicaron a encriptar mensajes en euskera tales como "Sagarra Eragintza zazpi" ("La Operación Manzana comenzará a las siete"), causando el desconcierto en el ejército del Imperio del Sol Naciente al desconocer este peculiar idioma.
Algunos historiadores como Cameron Watson dieron pábulo a la historia de esta ayuda vasca a los americanos,("La Historia de la Iberia Vieja n°146, pos 8-9").
Sin embargo, tras el trabajo de investigación de Pedro J. Olarzabal y Guillermo Tabernilla, han demostrado que la utilización del euskera como código secreto por parte de Estados Unidos se trata de un mito sin base histórica fiable. Los dos investigadores vieron que se trataba de una estrategia propagandística de la revista vasca en el exilio al darse cuenta que el tal Frank D. Carranza nunca existió y, por tanto, nunca dirigió a un grupo de vasco-americanos.
De hecho, añaden que la propia Euzko Deya, en una publicación del año 1979, "acabó con su personaje creado" al mencionar que Carranza había fallecido víctima de un atropello en la famosa Quinta Avenida de Nueva York...
Lo que sí es cierto es que la US Army empleó mensajes encriptados durante la contienda sirviéndose de idiomas nativos americanos como el navajo, que eran difíciles de descifrar.
Los encargados de estos menesteres tan cruciales para decantar un conflicto de un lado u otro eran conocidos como "code talkers".
El mito de los "code talkers" vascos, en resumen, fue un motivo propagandístico para acrecentar la arquetipo del vasco aguerrido y batallador, moldeado desde las famosas luchas de las tribus del norte peninsular contra los romanos hasta los más recientes gudaris de la Guerra Civil Española que resistieron como pudieron al avance de las tropas del bando nacional.
Además ayuda a comprender lo fácil que es crear un mito contemporáneo basándose en hechos fehacientemente documentados, como es el uso del navajo para fines de inteligencia en tiempos de guerra.