El Cine y los fuegos revolucionarios de los 60 que se desarrollaron hasta finales de los 70, son un movimiento cultural donde muchos realizadores de la época tomaron la bandera de la Tricontinental, el movimiento ideológico de liberación postcolonial en Asia, Latino América y África. La lucha no solo era la revolución; las armas de Vietnam, Argelia, Angola... también era el frente cultural.
La tricontinental fue la primera conferencia que se llevó a cabo en la Habana en Enero de 1966. Allí se creó una nueva organización la llamada OSPAAL (Organización de Solidaridad de los Pueblos de África, Ásía y Amércia Latina).
La idea era construir un puente con todos aquellos pueblos que comenzaban a emerger después de la época postcolonial y apoyar a los movimientos de los países en vía de independencia frente a su lucha contra el imperialismo. Los pueblos del tercer mundo precisaban de una organización que apoyara la independencia de esos países. La vía era el internacionalismo aunando las dos grandes corrientes ideológicas de ese tiempo: el socialismo y la liberación nacional. Inspirada también en las ideas Frantz Fanon (Los condenados de la tierra, 1961), Amílcar Cabral, Ho Chi Minh y Ernesto Che Guevara (su famoso “crear dos, tres... muchos Vietnam.
No sólo se desarrolló toda una actividad política antiimperialista entre los pueblos del tercer mundo, también cientos de movimientos culturales, revistas y movimientos artísticos.
El cine se contaminó de todo este movimiento de liberación. Un gran número de films y de realizadores de la mano del real cinema, el documento fílmico y el cine directo, van a llevar a cabo pelícuas de gran relevancia. Ya se habían dado precedentes como La batalla de Argel (1956) de Pontecorvo, pero son los documentalistas y nuevos cineastas –es muy relevante el movimiento del cinema novo brasileño como uno de los abanderados de este movimiento, junto al cine africano, los que emergen con más fuerza.
Los debates nacionales se impregnan de un aroma internacional y comienza a surgir el denominado Tercer Cine y los Nuevos Cines europeos. El nuevo cine argentino y toda una corriente del cine documental cubano o asiático. Se ha construido una corriente de comunicación de jóvenes cineastas y colaboraciones internacionales. Cineastas como Humberto Solás, Glauber Rocha, Josep Masip, Ruy Guerra, Chris Maker, Jean-Luc Godard o Pino Solanas.
Todo ese movimiento culminaría en Europa con la producción de un gran número de films tras las revolución de los claveles en Portugal, destacando As armas e o Povo (1975, Cooperativa de cineastas), y films documentales sobre procesos de colectivización como Continuar a vivir, Os indios da meia praia (1977, Antonio de Cunha Telles) o Torre Bela (1975, Thomas Harlam). El cine como una gran comunicación de procesos revolucionarios, de ejemplos de luchas por los tres continentes, la lucha desde las colonias, en África, Asñia o Latinoamerica. Pero es en Portgual donde esa lucha acabaría en un juego de boomerang. Los Procesos en Angola, Mozambique o Guinea Bissau, desembocarían en las calles de Lisboa.
Entre los films que podremos ver en el Reina Sofía hasta el mes de junio, nos encontraremos a Glauber Rocha. Terra em transe (Tierra en trance) Brasil, 1967; Jorge Sanjinés. Revolución Bolivia, 1963; Mario Handler. Me gustan los estudiantes Uruguay, 1968; Leon Hirszman. Maioria absoluta Brasil, 1964;Fernando Solanas y Octavio Getino. La hora de los hornos; Argentina, 1968.Jean-Luc Godard y Anne-Marie Miéville. Ici et ailleurs (Aquí y en otro lugar) Francia, 1974. Ruy Guerra. Mueda, memória e massacre Mozambique, 1979; William Klein. Festival Panafricain d'Alger RFA, Argelia, Francia, 1970; Humberto Solás. Simparelé Cuba, 1974.