"Agatha Christie conocida escritora de Historias de detectives ha desaparecido y hasta la fecha la policía la busca inútilmente" repetían los más importantes periódicos del mundo el 3 de diciembre de 1926 a solo días de publicar su novela "El asesinato de Roger Ackroyd". El éxito del libro junto a su hija Roselind se consideraban razones poderosas como para descartar un suicidio según los investigadores. Pero no sabían que la escritora atravesaba por un terrible episodio sentimental: su esposo el coronel Archibald Christie le era infiel con la secretaria Nancy Neele.

Al día siguiente de su inexplicable ausencia hallaron su auto en un terraplén a varias millas de su residencia, lo que alimentó la sospecha de su muerte ¿Qué le ocurrió a la famosa escritora? preguntaban los diarios en cada edición provocando todo tipo de especulaciones que se entretejían con las misteriosas historias que ella misma escribía. ¿Habrá sido asesinada por su esposo adúltero para proteger la honra de su amante? ¿Se estaba creando una falsa escena de crimen para inculpar a Nancy? Su farmacéutico declaró a la prensa que: "Agatha investigaba mucho de venenos y métodos de suicidio". La preocupación llegó al jefe de policía de Londres que ordenó una investigación minuciosa y hasta hizo venir al escritor Arthur Conan Doyle (el padre de Sherlock Holmes) para que aportara indicios sobre la inexplicable desaparición.

Paralelamente las ventas de su libro se multiplicaban.

Tras once días de rigurosa búsqueda internacional un camarero del hotel Harrogate en Yorkshire reportó a la policía la presencia de la "Dama del Crimen" como huésped aunque se había registrado con otro nombre. Su esposo el coronel Archibald Christie fue a su encuentro pero para sorpresa de todos Agatha no lo reconoció.

Tampoco se reconocía a sí misma en las fotos de los diarios y todos los testigos dijeron que mantuvo una "actitud extraña".

Durante el resto de su vida Agatha Christie mantendría un férreo mutismo alrededor del hecho y muchos concluyeron que bien pudo ser un truco publicitario o una estratagema fallida para interponerse en la nueva relación del coronel y aunque su fama tomó vuelos universales las circunstancias de su desaparición continuaron siendo un enigma.

Cuando Agatha decidió escribir su autobiografía "Retrato inacabado" el sugerente título hizo pensar a todos que finalmente arrojaría algo de luz sobre los hechos pero ella sólo se limitó a describir una escena de intenso contenido psicológico mediante el personaje de Celia: "Se hallaba en una situación suicida" y "su estado mental era débil".

Muchos años después el médico y escritor inglés Andrew Norman retomó la investigación motivado por un dato: el día de su desaparición Agatha se registró en el hotel Harrogate con el nombre de Teresa Neele, que coincide con el apellido de la amante de su esposo. Este descubrimiento vincula a la escritora con muchos casos similares recogidos en la bibliografía psquiátrica actual, que lo describe como: "Fuga disociativa" o "trance amnésico" que puede ocurrir a individuos profundamente deprimidos como mecanismo del cerebro que lo libera de instintos suicidas u homicidas escapando temporalmente de su identidad".

Esta teoría acerca de la "Reina del suspenso" ha sido aceptada y difundida con beneplácito por los medios, reivindicando póstumamente el honor expuesto de la famosa escritora.

Norman no deja de repetir satisfecho: "El misterio no era tan grande... pero hemos tardado 80 años en descubrirlo!"