La organización del Mad Cool ha anunciado a través de un comunicado de prensa que, a falta de cuatro meses para la celebración del evento, se ha vendido el cien por cien de los abonos disponibles. Esto supone un éxito rotundo para un Festival que ultima los preparativos de la que será su segunda edición, y que cuenta con un cartel encabezado por bandas de primera línea como son Green Day, Foo Fighters y Kings of Leon.

Durante los días 6, 7 y 8 de julio, los terrenos de La Caja Mágica de Madrid serán los encargados de acoger esta serie de conciertos, a los que también se unen los de otros artistas internacionales como Foster The People, M.I.A.

o Foals. Esta oferta hace del Mad Cool uno de los festivales más atractivos de la temporada, y aunque ya no queden abonos a la venta, los responsables recuerdan que todavía se pueden adquirir las últimas entradas de día por 69€ más gastos de distribución, o por 135€ más gastos en caso de las de tipo VIP.

La noche del 7 de marzo se celebró en la sala El Principito de la capital, la presentación del evento con actuaciones de Fuel Fandango y Depedro. La ocasión se aprovechó para hacer pública la asociación del Mad Cool con la marca de cerveza Mahou. “De aquí al festival habrá más conciertos. La idea es trabajar de la mano de Mahou llevando a cabo más acciones y haciendo cosas distintas al margen del festival.

Es la punta del iceberg de lo que nos espera”, explicó Javi Arnaiz, director del festival, “(...) estamos seguros de que éste es el primer paso de un camino juntos, con un único objetivo: que todos los madrileños compartan, sientan y disfruten la Música en directo en su ciudad”.

De esta forma, el Mad Cool se posiciona como uno de los eventos musicales más prometedores y de mayor proyección.

En la pasada edición apostó por un cartel inusualmente ambicioso para tratarse de un festival tan joven, y que estaba protagonizado por The Who, The Prodigy y Neil Young. El público respondió de una forma excepcional: asistieron más de 100.000 personas a lo largo de los tres días.

Aunque no se conoce el número de abonos puestos a la venta este año, todo apunta a que se superarán las cifras de 2016, garantizando así la continuidad de la que ya se ha convertido en dura competencia para festivales de lo más consolidados como Primavera Sound o BBK.