El romanticismo está muerto, dicen, y es muy posible que nunca estuviera vivo. Eso que denominamos romanticismo pudiera ser una variante del amor a la tierra (o nación). Si acaso a la efervescencia de la unificación de Alemania en el siglo XIX. Primar ante todo los sentimientos, frente a la racionalidad y la lógica, o al menos el interés material, es lo que nos queda de aquellas aguas. De esa idea inicial de lo romántico se construyó la primera gran catarsis en el matrimonio. Durante el XIX, los intereses pactista del casamiento entre familias, pasaron a ponerse en duda por el fervor del sentimiento.
¿Ha muerto eso hoy? ¿O simplemente sus expresiones han cambiado? Paso a engrosar al grupo que opera en la segunda pregunta. Del 4 al 26 de Febrero la Casa Encendida se llevará a cabo el ciclo Cine Anti-romántico. Desde Argentina, Francia y Alemania llega un grupo de interesantes películas que reinvente lo romántico, rompiendo los clichés, cosa por otro lado lógica en el momento que la mujer ocupa un lugar propio en la sociedad. Es decir, ¿es el cambio del roll de la mujer el motor del cambio en el mundo de la pareja? Son nuevas historias sobre rupturas, enamoramientos, pasiones, infidelidades pero desde el aroma del Amor ¿líquido? , cómo lo expuso el filósofo polaco Zygmunt Bauman... ¿O es otra cosa?
El ciclo está realizado con la ayuda de la crítica cinematográfica Carlota Moseguí, y entre las películas podremos ver los títulos Le parc, de Damien Manivel, Francia (2016); El futuro perfecto, de Nele Wohlatz, Argentina (2016), o Malgré la nuit, de Philippe Grandrieux, Francia, (2015), entre otras.