La campaña de juguetes de Navidad incluye la demanda social de diversas organizaciones que abogan por contribuir a incluir en la cultura juguetes sin género aptos tanto para niños como para niñas y que, además, los juguetes sirvan como un vehículo a la igualdad entre ambos sexos. Uno de los retos de estas entidades es acabar con el "pasillo rosa" de las grandes superficies donde solo se puede encontrar juguetes para niñas porque esta iniciativa es una forma de romper con los roles culturales establecidos para separar a los sexos en función de los referentes mediante los juegos infantiles

La sensibilidad política, en este sentido, se originó mediante unas declaraciones de la que fue ministra de Consumo del Reino Unido Jenny Willot quien denunció las áreas de las grandes superficies dedicadas solo a juguetes para las niñas.

En el marco de su argumentación subrayó que las muñecas, las pinturas o los salones de belleza convertidos en juguetes no eran buenos para la economía sin contar con el perjuicio de relegar a las niñas a las profesiones peor pagadas, en vez, de abrirles el camino a áreas como la ciencia y la tecnología.