Los ocho versos para adiestrar la mente, es un libro gratuito de la Web, escrito por Dalai Lama. Tiene como próposito el amor, la compasión y el respeto por el otro: Considero la lectura de este libro indispensable para aquellas personas que están en búsqueda de una evolución humana y espiritual. No obstante, la práctica verdadera de estas ideas fundamentales y universales nos transforman tanto en lo individual como en lo social. A continuación se describirá cada uno de ellos:

El primero, hace referencia al respeto a la vida; uno de los principios fundamentales del Budismo Tibetano.

A modo de Comparación con los principios del Cristianismo, como son: Las palabras del Maestro Jesús "amarnos los unos a los otros", y el quinto mandamiento "no matarás". Concluyó la similitud en estas ideas fundamentales que se encuentran plasmadas en los Derechos Humanos, como es el Derecho a la vida. Debo agregar que muchos pranticantes del budismo son vegetarianos y están en contra de matar a otros seres vivos.

El segundo: Versa acerca del ego, uno de los enemigos para encontrar la iluminación.Sugiere la práctica de la humildad, el respetar al otro. Por supuesto, en una sociedad en la que prevalece "el tener" y no "el ser ". Lo planteado, esta en contraposición a una sociedad competitiva, en la que prevalece lla premisa "del fin justifica los medios".

Es por ello, que el apropiarse de estas doctrinas requieren de una transformación del pensamiento y de las concepciones aceptadas hasta ahora.

El tercero: Es relevante, la autoobservación para la práctica de la compasión y así ir construyendo el camino a la sabiduría. También, es aceptar que el individuo es el único responsable de su propia transfromación interior.

Es imitar con acciones lo que hizo el maestro Budas, a través de la meditación, conocerse y transformarse.

El cuarto, enfatiza acerca de la fortaleza y tolerancia que debemos tener en relación con aspectos como la envidia, el egoismo, la soberbia, entre otros. Nos habla de los seres de disposición negativa u oprimidos por el dolor.

Nos invita a siempre estar en disposición de aceptar, tolerar y ayudar al otro.

La transformación humana requiere de un adiestramiento de la mente, emociones y acciones para la práctica del desapego, principios necesarios para el crecimiento interior. Eso lo apreciamos en lo planteado en el quinto: que alude acerca de esas personas que en algún momento de nuestras vidas nos han injururiado o calumniado. Recomienda una actitud compasiva y el perdón.

El rencor y el odio, elementos que se nos presentan en la cotidianidad e impiden el desarrollo de nuestro ser interior, es lo que nos invita a reflexionar y accionar el sexto: atañé directamente a las vivencias que hemos tenido con algunos familiares o amigos que en cualquier momento hemos ayudado y nos han traicionado, recondando el perdón, el amor y la compasión.

La alegría, uno de los valores que los seres humanos no practicamos por la premura de alcanzar el denominado éxito en un mundo cada vez más competitivo, es uno de los aspectos resaltados en el séptimo.

Por último, y no por eso menos importante, el octavo, nos dice que no debemos dejarnos llevar por la ilusión del mundo y a estar atentos a nuestro ser interior.

Para finalizar, se puede concluir que la práctica diaria de estos versos Budistas nos conducirián a ser mejores seres humanos, y una sociedad con una perspectiva distinta a la actual.