En este artículo anunciamos el avance de las Jornadas de Indumentaria y Moda en la I Guerra Mundial que se celebrará este año en el Museo del Traje de Madrid el 25 y 26 de marzo.

Las dos guerras mundiales han marcado un antes y un después la historia de la moda en la mujer. Por un lado, a raíz de la I Guerra Mundial el vestido de la mujer se masculiniza, se simplifica, debido al  uso de los uniformes por los soldados. Con la incorporación de Estados Unidos en la guerra, comienzan los tallajes de los uniformes de los soldados, que se incorporan al vestido normal de calle masculino y femenino.

Europa pierde la guerra y comienza el apogeo cultural de Estados Unidos y junto con el  comienzo de la  Revolución Rusa, representan el punto de partida de la civilización actual. Las mujeres dejan de estar en sus casas y se ponen unos pantalones para fabricar armas o trabajar como enfermeras, comienza una actividad frenética. Los hombres iban a la guerra y las mujeres se incorporan a las fábricas que la propia guerra hizo surgir; la mujer se incorpora también a la política, pero no pierde la feminidad.

Uno de los cambios que trajo la I Guerra Mundial fue la caída del corsé. Uno de los lemas de la guerra era que "con los metales del corsé hay que fabricar armas". Hay un cambio de la ropa interior de la mujer, desaparece el corsé y se crea el sujetador en Estados Unidos en 1914.

La mujer antes de la guerra lleva un vestido que le llega a los pies. Como consecuencia del conflicto armado, el bajo del vestido se eleva y comienzan a verse los zapatos. El zapato cobra una importancia que no había tenido antes. El sombrero que llamamos cosh en forma de campana, es un sombrero de fieltro pero inspirado en los cascos de los soldados.

En España, que no participó en la guerra se desarrolló la industria textil y fue una potencia que abasteció a los países en conflicto. Se comienza a experimentar con los tejidos sintéticos para abastecer a muy bajo coste a los soldados de los países en guerra. El zapato de la mujer pasa de los botines con cordones a los zapatos de salón sin cordón, influenciada por el auge del mocasín  como zapato cómodo sin cordones especialmente diseñado para los soldados mutilados de brazos que no podían amarrarse los cordonos.

Participarán en las Segundas Jornadas de Indumentaria y Moda en la I Guerra Mundial, los profesores del Centro Superior de Diseño y Moda de la Universidad Politécnica de Madrid, Laura Luceño y Gerber González, que ofrecerán al detalle información sobre los cambios que supuso la I Guerra Mundial en el vestido tanto de las mujeres como de los hombres. Esa influencia ha llegado hasta nuestros días, ya que muchos de esos cambios los notamos aún en nuestra forma de vestir.