Muchas historias revelan las propiedades de las cebollas para absorber los males que están en el entorno. Siguen apareciendo las evidencias que lo demuestran y en la misma proporción incrementa la cifra de incrédulos. De sus poderes de protección: cuentan que en 1919 gracias a la cebolla una familia de granjeros resultó ilesa de la epidemia de influenza que atacaba a los Estados Unidos que ya había cobrado 40 millones de vidas. La explicación que dio la esposa del granjero es que había colocado cebollas sin pelar en diferentes habitaciones. El doctor que investigó los hechos aseguró, después de revisar una muestra bajo el microscopio, que el virus se había adherido en los bulbos del vegetal.

Esta no ha sido el único testimonio. Más tarde, la dueña de un salón de belleza, confesó que previno de enfermedades a sus empleadas y clientas colocando tazones con cebollas alrededor de su negocio y un señor contó cómo curó a su esposa de pulmonía con un frasco al lado de su cama. Este último explicó que a la mañana siguiente las cebollas estaban negras y cubiertas de gérmenes.

En Europa también hay referencias de sus poderes de protección. Los relatos definen como "hecho verídico" que el haber colocado cebollas y ajos dentro de las habitaciones salvó la vida de muchas personas durante la Gran Plaga entre 1347 y 1353. Los especialistas aclararon que eso fue gracias a sus poderosas propiedades bactericidas y antisépticas.

¿Cuándo debemos preocuparnos? Este es el aspecto negativo que se le atribuye: los médicos las citan entre las causas de problemas estomacales. Algunos de los diagnósticos culpan a las cebollas, precisamente por sus poderes de absorción. La experiencia en estos casos dicta que no se pueden comer después de haber sido cortada y expuesta al aire de la cocina, en caso que se desee conservar deben ser guardadas en un recipiente o una bolsa de plástico en el refrigerador.

Los amantes de los picnics también deben tomar precauciones. Y le cuento el porqué: el químico de una empresa fabricante de mayonesa explicó que la mayonesa no tiene complicaciones al estar sin refrigerar, pues posee un pH que elimina las bacterias; pero la ensalada de papa y las cebollas pueden ser las causantes de las frecuentes enfermedades.

Las cebollas son como un gran imán, sobre todo las crudas. Se recomienda cocinarlas durante mucho tiempo para eliminar los efectos nocivos. Si tiene en su casa un perro nunca se las de a comer porque su estómago no está preparado para metabolizarlas. Pero… no les tenga temor: las cebollas contienen elementos nutricionales de gran calidad. Es muy bueno comerlas crudas, entre otros motivos, porque tendrá una circulación inmejorable.