Después de leer un tweet donde decía que en un restaurante en Madrid le impedían la entrada a Chavistas, conseguí el teléfono del lugar y realicé una entrevista, de la cual obtuve la siguiente información. El señor Miguel Martínez es dueño desde hace tres años de un en restaurante donde venden comida mexicana, pero también las famosas arepas y tequeños venezolanos. Él es el chef de su propio local y, más que eso, se considera un ser humano preocupado por lo que está pasando en Venezuela.

Su esposa, de nacionalidad colombiana, vivió toda la vida en ese país y hace dos meses sus suegros emigraron a España, escapando de la terrible situación que se vive en Venezuela y por lo cual él le ha impedido la entrada a los chavistas en su restaurante.

"¿Por qué impedir la entrada de chavistas a su restaurante?"

Este gran gesto de humanidad y solidaridad con el sufrido pueblo venezolano se debe a que el señor Martínez considera que no es justo que todas esas personas, quienes se hicieron millonarias al apoyar al régimen, lleguen a España a derrochar el dinero que robaron, mientras muchos venezolanos comen de la basura y no tienen medicinas.

Para el señor Miguel Martínez, Venezuela es un pueblo hermano donde muchos españoles emigraron escapando de la guerra, fueron recibidos con los brazos abiertos, hicieron su vida y tuvieron la mejor de las oportunidades para desarrollarse y echar raíces.

"¿Cuál es la idea de no permitir que los chavistas entren a su restaurante?"

Apoyar a mis hermanos venezolanos y dar a conocer al mundo lo que sucede en ese millonario, pero pobre país y gracias a esto el Partido Podemos, brazo español del chavismo, amenazó de llevarme a juicio y cerrar el restaurante, por ¨supuestamente¨ vulnerar derechos constitucionales.

"¿Alguna vez ha estado en Venezuela?"

Hace cuatro años cuando la situación del país era otra.

El Euro costaba 10 Bolívares, hoy cuesta cinco mil. No es raro entonces la situación en la cual se encuentran los venezolanos, hace cuatro años no hacían colas para comprar alimentos.

Hoy a nadie le alcanza el sueldo para comprar la canasta básica, por eso algunas personas buscan comida en la basura, muchas han perdido hasta 20 kilos y miles han emigrado, no sólo a España sino a diferentes países latinoamericanos. No se puede ser indiferente ante las acciones perpetradas por Nicolás Maduro y sus secuaces, ni se le puede permitir la entrada a un restaurante de alguien que siente la obligación de apoyar una causa justa y necesaria, porque definitivamente, el señor Miguel es más un ser humano que un chef.