Tras la destitución por parte del Congreso, el pasado lunes, del hasta entonces presidente de Perú, Martín Vizcarra, acusado de varios casos de corrupción, el país se ha visto sumergido en una ola de violencia sin precedentes. El nombramiento de Manuel Merino, presidente del Congreso, como nuevo dirigente, ha dado paso a una semana repleta de reyertas y protestas en su contra.

La violencia se cierne sobre el país

Dichos altercados, que se han saldado con la muerte de dos jóvenes estudiantes y una centena de heridos a manos de agentes policiales, han desembocado en la dimisión del presidente, tan solo cinco días después de haber llegado al poder.

Varios de los ministros a su cargo ya habían presentado su renuncia en las últimas horas, y parte de su propio partido, Acción Popular, le había retirado su apoyo.

Manuel Merino ha calificado este domingo su dimisión de 'irrevocable', y se aleja de la presidencia de una nación sumergida en una fuerte crisis política y social. El ya exmandatario ha condenado los disturbios y ha asegurado que las muertes que se han producido no quedarán impunes. Las calles de Lima y del resto del país han recibido con aplausos su renuncia, provocada por las presiones tanto del ámbito político como de sus conciudadanos.

Un futuro político incierto

El país andino se ha visto sumergido en una ola de violencia sin precedentes y fuertes disturbios y, ahora, está a la espera de la designación de un nuevo mando en el Palacio de Gobierno.

Se inicia así un nuevo período incierto en el ámbito político y social del país. Este mismo domingo se celebra un Pleno Extraordinario con el fin de nombrar a un sustituto a la presidencia. A su vez, el Tribunal Constitucional se encuentra deliberando la legalidad del proceso que condujo a la destitución del anterior presidente, Martín Vizcarra.

En el caso de que la moción de vacante no tuviera validez legal, Vizcarra podría ser restituido como presidente de la República. Si esto no ocurriera, el Congreso se encargaría de designar a un sustituto que gobernara el país hasta la celebración de las próximas elecciones, previstas para abril de 2021.

Un país golpeado por la corrupción

Cabe destacar que la historia de la presidencia de Perú ha sido convulsa y varios de sus mandatarios han sido destituidos y apartados de sus actividades económicas y, en algunos casos, encarcelados debido a su implicación en casos de corrupción. Entre estos se encuentran Alberto Fujimori, Alejandro Toledo, Alan García, Ollanta Humala y Pedro Pablo Kucynski, sin contar a Martín Vizcarra, destituido el pasado lunes. En las próximas horas se conocerá el futuro político más inmediato del país, que actualmente vive en la incertidumbre.