La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha advertido que el Coronavirus puede provocar una crisis alimentaria de manera inminente. El organismo ha pedido que se tomen medidas de manera urgente para poder evitar la penuria que se va a vivir en el mercado mundial y que no tenga lugar un acopio de los alimentos en los países que son exportadores.

El mayor temor para los expertos de la ONU es que estemos a punto de iniciar una crisis alimentaria de manera “inminente” por las graves perturbaciones económicas que se están viviendo en la crisis sanitaria provocada por el COVID-19.

El prestigioso organismo ha advertido que las “incertidumbres que han sido generadas” pueden desencadenar una terrible oleada de restricciones en el campo de las exportaciones” que van a generar un estado de “penuria” en el mercado a nivel mundial.

La advertencia ha sido firmado por los mayores expertos en el área de la agricultura, comercio y salud

El texto ha sido firmado por Qu Dongyu, directo del área de la Alimentación y la Agricultura de la Organización de Naciones Unidas (FAO); el experto Tedros Adhanom, director actual del Organización Mundial de la Salud y el carioca Roberto Azavedo, portavoz de la Organización del Comercio Mundial, que consideran que va a ser mu y importante garantizar que tengan lugar los intercambios a nivel comercial.

El mensaje podría ser un mensaje muy claro a Rusia, que se ha convertido en el exportador más importante de trigo del mundo, después de que el enrome país dirigido por Vladimir Putin defendiera, a capa y espada, un proyecto para que se limitaran todas las exportaciones de cereales cultivados en Rusia a tan solo siete millones de tonelaje entre los meses abril y junio, según ha publicado la agencia de noticias AFP.

Hay un miedo real a que tenga lugar una ralentización dentro de la cadena alimentaria en todo el mundo por la no circulación de trabajadores del sector agrícola

Los escenarios que plantean estas organizaciones son por el temor a que los países exportadores de un alimento tan básico como son los cereales decidan retener sus cosechas por miedo a que se viva una escasez de alimentos, cosa que podría reflejarse en penurias muy graves sobre todo en países que son muy frágiles a la hora de correr riesgos a la hora de padecer penurias muy importantes.

Los expertos miembros de la FAO han explicado que las posibles “restricciones a la exportación” pueden provocar, de manera general, hambruna en otras partes del mundo, según ha publicado el periódico “Clarín”. También existe un miedo real a una ralentización dentro de la cadena alimentaria a nivel mundial por el más que posible frenazo de la circulación de los trabajadores del sector agrícola y los alimentarios que podría bloquear las agriculturas de la zona de occidente.