Los gobiernos de casi un centenar de municipios polacos han suscrito una declaración por la cual se comprometen a respetar los valores tradicionales y evitar que “la ideología LGTBI” tenga entrada en sus políticas municipales o reciba algún tipo de subvención.

La mayoría de estos municipios intolerantes se encuentran en el Este de Polonia, la parte más conservadora del país, y ocupan una extensión superior a la de toda Hungría, según muestra el “Atlas del Odio”, un mapa elaborado por un grupo de activistas LGTBI polacos.

El partido 'Ley y Justicia' implanta sus ideas homófobas en Polonia

Los grupos homófobos tienen mucha fuerza en Polonia, un país gobernado por el partido nacionalista Ley y Justicia, y en zonas rurales es todavía habitual que el colectivo LGTBI mantenga un perfil discreto por su propia seguridad.

En este escenario, la zona “libre de LGTBI” es cada vez más fuerte y crece con la incorporación de más y más municipios. Poco importa que la Unión Europea haya condenado este movimiento “intolerante”, como calificó la propia Comisión Europea. En Polonia, lo que diga la Unión Europea importa sólo a veces.

La ciudad de Swidnik, en el Este del país, fue la primera en declararse libre de la ideología LGTBI en julio de 2019, un ejemplo que han seguido otras dentro de una tendencia que considera que "la ideología LGTBI va en contra de la familia y el Estado polaco".

Homofobia en estado puro: pegatinas anti LGTBI y ataques contra la Marcha del Orgullo

Dentro de esta campaña contra el movimiento LGTBI, el semanario polaco "Gazeta Polska" repartió el pasado verano pegatinas donde podía leerse "zona libre de LGTB". Algunos ciudadanos y comercios las lucieron con orgullo hasta que la lluvia de críticas hizo que la publicación dejase de repartirlas.

Otro ejemplo de esa homofobia son los ataques recurrentes a las celebraciones del Día del Orgullo en Polonia, especialmente en ciudades del Este del país. Las últimas ediciones de la celebración del Orgullo en Lublin y Bialystok, por ejemplo, acabaron con enfrentamientos entre policía y grupos ultra que pretendían reventar los actos.

Varios activistas LGTBI fueron agredidos y necesitaron atención médica.

Mientras, desde el Gobierno polaco se asegura que Polonia es un país tolerante donde todos gozan de los mismos derechos. Sin embargo, en período electoral la cosa cambia, el discurso se radicaliza y los homosexuales vuelven a estar en el centro de la diana.

No hace falta ir muy lejos. El líder nacional de Ley y Justicia, Jaroslaw Kaczynski, aprovechaba la campaña electoral de las pasadas europeas para lanzar duros ataques contra el movimiento LGTBI, que calificó de "amenaza" para Polonia y de orquestar una "guerra ideológica para destruir la nación polaca”.