Joaquín, un niño transexual de 10 años, será el primer ciudadano colombiano en ver reconocido su cambio de genero por la ley. Este reconocimiento por parte del estado, fue alcanzado después un largo camino que lo llevó hasta la corte Constitucional, que decretó a favor de su demanda.
Esto constituye un nuevo reto alcanzado para la comunidad LGBT, que ve el reconocimiento de derechos hacia a una categoría en parte desconocida: los menores transexuales.
En los últimos años, el debate sobre la legitimidad de poder considerar un niño o una niña como transexuales, ha dividido la opinión publica en dos: una parte que considera que los Niños no puedan entender lo que son, siendo demasiados pequeños y otra que considera estos sujetos como perfectamente capacitados para percibir su identidad de género y pide la elaboración de leyes que protejan estas situaciones dando la posibilidad a estos menores de declararse, frente a la ley con la identidad que se acrque más a lo que ellos y ellas perciben.
Joaquín, tuvo el pleno apoyo de su familia, ya que fueron ellos mismos los primeros en llamarlo públicamente con su nuevo nombre masculino, de manera que también en frente de la sociedad pueda ser percibido como varón.
La Corte Constitucional legisla
Su demanda de cambio de género en frente a la ley colombiana, fue presentada al registro civil, pero la notaría de la autoridad correspondiente la rechazó.
La familia del niño no se rindió frente a esta decisión, y el caso fue presentado a la Corte Constitucional de Colombia, donde fue reconocido que rechazar la solicitud del niño fue una equivocación, ya que vulneró sus derechos fundamentales. “Esta omisión es consecuencia del incumplimiento de las obligaciones que tiene el Estado de garantizar y proteger el desarrollo de la identidad de las personas, el cual se refuerza en los casos de los menores de edad, que son sujetos de especial protección constitucional” declaró el tribunal después de la sentencia.
Joaquín, describió a los jueces su situación actual: él no se sentía a gusto en su entorno siendo tratado como una chica y siendo llamado ‘Lucrecia’ (el nombre con el cual fue bautizado). Por esto pidió a sus compañeros del colegio y a los miembros de su familia empezar a tratarlo como un varón, ya que así se sentía.
La sentencia
Después de haber escuchado su historia, la Corte Constitucional sentenció que el niño tenia plena facultad de elegir su identidad sexual, no existiendo ningún tipo de presión por parte de terceros, y condenó que se exigían pruebas para demostrar la identidad sexual de una persona.
Entonces, el tribunal ordenó a las autoridades competentes, el cambio de sexo desde femenino hasta masculino del niño, y exigió al congreso de regular las leyes para gestionar casos parecidos, leyes que tienen que respetar la dignidad humana.
Un caso que cambiará definitivamente la vida de esta persona, que se ve finalmente reconocido en cuanto hombre por parte de la ley de su país.