Después de más de una semana de protestas, que dejaron Ecuador en una grave crisis política, todavía no se encuentra la manera de poner la palabra ‘fin’ a la trágica situación que está viviendo el pueblo de Ecuador, empeñado en una difícil lucha contra las políticas de austeridad que hace poco fueron aprobadas por su presidente, Lenín Moreno, en el poder desde dos años.

Moreno, que acaba de firmar un documento que pondrá en marcha algunas medidas económicas, entre las cuales está la eliminación de los subsidios a los combustibles, hizo explotar la iniciación de muchos grupos de ciudadanos indignados para esta decisión, que empezaron una serie de manifestaciones que perduran todavía por las calles de la capital.

Después la manifestación masiva del pasado miércoles, volvió la tensión en las calles de Quito. Al momento se cuentan cinco muertos, 554 heridos y 929 detenidos, como afirma el líder de la defensoría del pueblo de Ecuador, Freddy Carrión, que evidencia en las declaraciones emitidas a través de sus áreas sociales, la necesidad de aclarar la situación con los grupos indígenas que protestan. Esta es una mediación necesaria para encontrar una solución que ayude ambas partes implicadas en este fuerte cambio por el país.

Las medidas adoptadas por el presidente Moreno no complacen a los protestantes

El presidente Lenín Moreno declara que estas medidas de austeridad van a servir para ayudar a las clases desfavorecidas, entre las cuales están las comunidades indígenas.

Además, explicó que ya se había instaurado un diálogo para intentar encontrar un acuerdo. De hecho, el gobierno realizó un plan en seis puntos para intentar acercarse a un acuerdo con las asociaciones implicadas en las manifestaciones. Desafortunadamente, estos puntos no toman en cuenta los subsidios para los combustibles, que permitió por cuarenta años a los ecuatorianos de acceder a los carburantes, necesarios para transportar los productos realizados en las áreas más rurales del país hasta las grandes ciudades.

Esto tendrá repercusiones sobre el precio de todos los productos importados.

A pesar de las comunicaciones de Moreno, las protestas obligaron el presidente a mudar el gobierno del país en una ciudad a 400 kilómetros desde Quito, la capital.

Las razones de las manifestaciones son el déficit y la bajada de ayudas a los carburantes

La Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE), comunicó que no estaban dispuestos a ningún tipo de acuerdo, y que no van a detener el paro hasta que no termine el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

El FMI ofreció a Ecuador un préstamo de 4.200 millones de dólares, pero a condición que el país actúe con medidas para reducir su déficit público. Medidas que han despertado la indignación de muchas categorías. La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), afirma que en las manifestaciones fueron agredidos más de 50 periodistas, mientras Amnistía Internacional denuncia la brutal violencia contra los manifestantes, los arrestos arbitrarios y la violencia hacia los detenidos.