La cadena de comida rápida ‘Chick-fil - A’ especializada en pollos, cerrará su nueva tienda, abierta este mismo mes en un centro comercial en Reading (Inglaterra). Un grupo de protesta LGBT manifiesta ya desde la abertura, contra la presencia de esta cadena en la ciudad, hecho comprensible considerando las declaraciones homofóbicas de los representantes de la empresa, y las continuas donaciones de la misma hacia a asociaciones que realizan campañas que se dirigen contra los matrimonios y uniones del mismo sexo.
En el 2012, el director ejecutivo de Chick-fil - A afirmó: “Apoyamos mucho a la familia: la definición bíblica de la unidad familiar. Somos una empresa familiar y estamos casados con nuestras esposas. Damos gracias a Dios por eso. Queremos hacer todo lo posible para fortalecer a las familias ".
Las Protestas
El colectivo LGBT ‘Reading Pride’, que organizó las protestas contra esta empresa, afirmó con indignación a la prensa nacional que: "la actitud moral y ética de la cadena va completamente en contra de nuestros valores y los de Reino Unido, ya que somos un país progresista que ha legalizado el matrimonio entre personas del mismo sexo hace algunos años y continúa luchando por igualdad".
La compañía no es extraña a este tipo de protestas, en 2018, la Universidad de Rider (New Jersey), negó el permiso de abrir en el campus un restaurante de la cadena para sus posiciones anti LGBT.
La cadena Chick-fil - A
La cadena de restaurantes de comida rápida ‘Chick-fil - A’, abrió su primer establecimiento en 1946, en Atlanta, Georgia. Su promotor, Truett Cathy, fundó la ética de su empresa sobre valores cristianos, como afirma la misma página web de la compañía. ‘Chick-fil - A’ tiene mucho éxito en Estados Unidos, con más de 2.400 restaurantes abiertos.
A pesar de su popularidad, los propietarios son famosos por sus posiciones cerradas; de hecho, la empresa realizó donaciones hacia organizaciones que se oponen a los matrimonios y uniones del mismo sexo, como ‘Exodus International’, que proponía terapias reparatorias para ‘curar’ las personas LGBT.
Después de su cierre (2013), la asociación se disculpó con los miembros del colectivo por tantos años de intolerancia.
Las consecuencias de las protestas
Después las protestas, las consecuencias no tardaron en llegar: apenas ocho días después de la abertura del restaurante de comida rápida, los gerentes del centro comercial ‘Oracle’ de Reading, afirmaron de no querer renovar el contrato de alquiler para la compañía Chick-fil - A.
Las protestas contra al restaurante, continuarán hasta el cierre del mismo, por elección de Reading Pride. A pesar de estos hechos, no hubo todavía alguna declaración por parte de la empresa estadounidense.