Los Chalecos Amarillos franceses (“Gilets Jaunes”) han encontrado desde hace tiempo a un aliado en el exterior, el actual Gobierno italiano y los dos partidos que forman su coalición, el populista M5E (Movimiento 5 Estrellas), fundado por el cómico Beppe Grillo, y el partido ultraderechista Liga Norte, liderado por Matteo Salvini.
Y la nada disimulada simpatía del Gobierno italiano a los Chalecos Amarillos ha acabado con la paciencia de París, debido a la entrevista entre Luigi Di Maio, líder del M5E y Vicepresidente del Gobierno, y varios representantes de los Chalecos Amarillos, entre ellos Christophe Chalançon, que dice desear que en Francia haya un golpe de Estado de su Ejército contra el Presidente Emmanuel Macron.
La France rappelle son ambassadeur à Rome après la rencontre, sur le territoire français et sans accord de Paris, entre @luigidimaio, leader du @M5S_Europa, et le gilet jaune Christophe Chalançon (qui souhaite un coup d’Etat militaire). Une crise sans précédent dans l’UE.
— Jean Quatremer (@quatremer) 7 de febrer de 2019
Continuos ataques del Gobierno italiano contra Francia
Los ataques contra Francia los ha soltado continuamente el Gobierno italiano desde su toma de posesión en toda clase de asuntos.
Empezó cuando Macron denunció la xenofobia de su Ministro del Interior y líder de la Liga Norte, Salvini.
Él se negó reiteradamente a acoger en puertos italianos a barcos que rescatan del mar a migrantes africanos en situación desesperada, o llegó a acusar a los propietarios de dichos barcos de “tráfico de seres humanos”. Algo que el portavoz del partido de Macron calificó como que “daba ganas de vomitar”, lo que provocó que Salvini, muy enfadado según la prensa, convocara al embajador francés en Roma.
Hace unas semanas, nueva tensión: Roma decide acordarse del pasado colonial francés, para lavar su propia imagen en los asuntos narrados antes, y acusar a París de “haber empobrecido a África” y “esquilmarle sus riquezas”, como causa de la extrema pobreza del continente africano y el motivo de por qué su gente emigra desesperadamente al Primer Mundo.
Incluso Luigi Di Maio exige que se sancione a Francia y a cualquier país que haya robado sus riquezas a África. Y el propio Salvini dijo: “Espero que Francia se libere pronto de un pésimo Presidente”.
Di Maio recibió a Gilets Jaunes
La gota que colmó el vaso de la paciencia francesa fue la reunión de Di Maio con representantes de los Chalecos Amarillos.
Llegó a anunciar dicha reunión así en las redes sociales: “El viento del cambio ha cruzado los Alpes. Repito: El viento del cambio ha cruzado los Alpes”.a
La portavoz de Asuntos Exteriores, Agnès Von Der Müll, denuncia en un comunicado de su Ministerio “las acusaciones repetidas, los ataques sin motivo y declaraciones incendiarias”.
Y denuncia asimismo que se ataque a Francia desde Italia para que sus partidos consigan votos en las próximas elecciones europeas.
Mientras, Macron ha intentado apaciguar las tensiones entre ambos países, halagándoles como en la reunión de Egipto con palabras como “Italia tiene dirigentes políticos a su altura”, y tanto Salvini como el Primer Ministro italiano dicen desear sentarse a dialogar con el Gobierno francés.