Los peores sueños para los partidos tradicionales se han cumplido en las elecciones generales que se han desarrollado este domingo en Suecia. La gran sorpresa de la jornada electoral ha sido protagonizada por la extrema derecha escandinava que ha obtenido casi el 19 % de los votos. Casi duplicando los resultados que obtuviese en el año 2014, en donde alcanzaron algo más del 11 %. Se trata de un éxito esperado, que ha sido celebrado por sus simpatizantes en las principales ciudades del país.

Los resultados de la ultraderecha sueca englobada en el partido Demócratas de Suecia (SD) están a tan solo nueve puntos de los ganadores de los comicios legislativos.

Han sido los socialdemócratas suecos que han recibido casi el 27 % de las preferencias electorales, aunque con una caída de cinco puntos porcentuales respecto a las últimas elecciones legislativas.

Otro de los partidos más castigados en estas elecciones ha sido el representante del centro derecho, el partido Moderados, que se ha visto relegado hasta el segundo puesto con el 19 % de los votos y un descenso en el voto del 4 %. En cualquier caso, los suecos han castigado muy duramente a los partidos tradicionales que van visto decrecer su influencia para gobernar el país en los próximos años.

Empate entre los dos bloques ideológicos

De todas formas, el resultado electoral refleja un empate técnico entre los dos bloques, el de izquierdas y el burgués.

Ninguno de los dos tiene suficientes escaños como para gobernar Suecia en los próximos cuatro años, a no ser que cuenten con el apoyo de la extrema derecha sueca que es completamente decisiva para esta tarea. Podría lograrse con el Bloque de Derechas, que últimamente ha sido algo más receptivo para llegar a estos pactos políticos y gobernar el país escandinavo.

Cada uno de los bloques ha obtenido un 39 % del apoyo popular.

Jimmie Akensson, el artífice del éxito ultraderechista

Un político joven y que sabe comunicar muy bien con el pueblo es el responsable de esta remontada de la extrema derecha. Se trata de un gran orador que ha sabido explotar la avalancha de inmigrantes que ha recibido Suecia en los últimos tres años y que ha credo serios incidentes entre la población.

En cualquier caso, se trata de una figura emergente que será decisivo para la vida política de este país en los próximos años y que cuenta con una especial predilección entre el electorado más joven. Llama especialmente la atención los resultados obtenidos en la segunda ciudad del país, Malmoe, en donde ha recogido más del 40 % de los votos.