Melanie Brown anunció el pasado sábado el inicio de su rehabilitación, para afrontar problemas de adicción al alcohol y el sexo. Además de un problema de estrés postraumático causado a raíz de su relación matrimonial con Stephen Belafonte que le dejó profundas heridas que trató de olvidar en su momento, sin embargo han regresado. Su decisión ha sido apoyada por su madre, quien le dedicó unas hermosas palabrasen las redes sociales.
La cantante no llegó a desvelar el nombre del centro al que acudirá, solo comentó que se sentía muy británica. Por ello pasaría un largo tiempo en el lugar para lograr su recuperación.
Secuelas de un matrimonio fallido
Melanie Brown escribió un libro llamado “Brutally Honest”, el cual contiene vivencias pasadas acerca de su matrimonio. Al recordar cada doloroso suceso, la cantante se sintió retroceder en el tiempo. La misma sentía que el dolor no había desaparecido, por lo que debía tomar una decisión definitiva. La cual fue meditada pensando en sus hijas, quienes necesitan una madre sana mentalmente que las ayude e impulse en la vida.
Stephen Belafonte causó mucho sufrimiento a Melanie Brown, este la golpeaba y maltrataba a su antojo. L a situación siempre fue así, desde el inicio hasta el final del matrimonio en 2007. Información desvelada por portales webs estadounidenses, los cuales explicaron que el productor le obligaba a hacer tríos sexuales donde incluían a la niñera. Los actos fueron grabados por Belafonte, vídeos que luego usó en contra de Brown.
Belafonte la amenazaba con hacer públicos los mismos para destruir su carrera y sacar provecho económico. Por lo que la ex Spice Girl accedió a pagarle una pensión por tres años, para luego solicitar una orden de alejamiento en el 2016, tratando de cerrar con ello este capítulo de su vida, para seguir adelante.
Apoyo incondicional de madre
La cantante reconocía ante el mundo entero su necesidad de mejorar, expresó que quería ser una mejor persona para sus hijas. Además de hablar de problemas con los que tanto hombres como mujeres vivían, pero no reconocían. Opina que tanto ella como la mayoría de las personas tapan el dolor ingiriendo bebidas alcohólicas. En vez de ser valientes y enfrentar las situaciones, esto era lo que trataba de hacer “ser valiente”.
Su madre le apoya, lo que demostró diciendo a través de las redes sociales lo orgullosa que estaba de su hija. Puesto que era testigo de todo lo que había sufrido, reconocía que era muy valiente al exponer sus problemas ante todos. Los recuerdos no la dejaban continuar, por lo que debía enfrentar sus demonios mentales. Los cuales la llevaron a arrancarse un tatuaje hecho en honor a su ex pareja, con él se quitó una parte de su piel para desaparecer el tatuaje, quedando una cicatriz de 13 puntos.