El Aeropuerto Internacional de Lombok es el punto de encuentro donde se han albergado cientos de turistas de todas partes del mundo para poder evacuar la Isla por el reciente terremoto que ha golpeado con fuerza esta zona de Indonesia.

Por medio de declaraciones de la Embajada de España, en la red social Twitter, se suministró la información de que al menos 200 turistas españoles se encontraban a la espera de vuelos que los pudiesen llevar de vuelta al país.

En respuesta la embajada explicó que ya se están tomando las medidas para ayudarlos a evacuar la isla y que en las próximas horas se habilitaran vuelos con la finalidad de devolverlos con vida a sus hogares. Sin embargo, la situación se ha tornado un poco tensa puesto que aún continúan las réplicas. Por el momento los turistas españoles tienen que permanecer a la espera de la asignación de vuelos especiales para solventar la situación.

Muchos turistas se han comunicado con sus familias para dar fe de que se encuentran fuera de peligro, no obstante, el panorama no se ve nada alentador. Al parecer las personas que se encuentran en el aeropuerto van a tener que conservar la calma y la paciencia mientras se aplican los planes de contingencia.

El terremoto de mayor magnitud

El segundo sismo que se presentó en la isla tuvo un impacto mucho más agresivo que el anterior del 29 de julio. Las autoridades han alertado a la población de que se alejen de las playas de Lombok por temor a que se activen las alertas de un posible Tsunami.

Según personas que residen en la comunidad de Lombok, el terremoto duró al menos quince segundos. De inmediato el servicio meteorológico de Estados Unidos registró que la actividad sísmica se localizaba a 10 kilómetros de profundidad y 2,5 kilómetros al Norte de la isla.

Destrucción casi total

Las calles de Lombok solo se convirtieron en escombros, más de 13 mil viviendas se vieron afectadas quedando al menos la gran mayoría irrecuperables.

Las escenas de pánico y desolación están a la orden del día, sus habitantes aún no han caído en cuenta de la magnitud de los daños.

Los indonesios se encuentran a la espera de que las autoridades del Estado envíen la ayuda necesaria para poder atender a más de 263 heridos. Hasta lo momentos la cifra de muertos sigue en ascenso, ya se han confirmado la muerte de 98 personas, y no se descarta la posibilidad de encontrar más cuerpos sin vida. Los habitantes de la zona aún están en la búsqueda de algunos familiares, la falta de electricidad y las caídas de las comunicaciones han imposibilitado que se encuentren los miembros de las familias.