Omarosa Manigault Newman exasesora del presidente Trump y celebridad de la televisión, dio a conocer a la opinión pública las grabaciones que realizó secretamente en la Sala Situacional a John Kelly, jefe de gabinete de la Casa Blanca cuando la despidió en diciembre. La grabación muestra una clara violación a los protocolos de seguridad hacia Newman. Sin embargo, dicho audio se dio a conocer este domingo en el programa "Meet the Press" de la cadena nacional de televisión NBC, como parte de la presentación del nuevo libro de la famosa Omarosa, Unhinged.

La exasesora aseguró que realizó la grabación para evitar daños a su reputación.

En su libro Unhinged se relata principalmente su relación con Donald Trump desde la época en que se conocieron. En dicho libro describe el mundo que rodea al presidente como una especie de culto en el que Trump y sus cómplices crean su propia realidad.

El poder de las grabaciones secretas

No es la primera vez que el Presidente Trump se enfrenta a grabaciones realizadas por personal de su entorno cercano. Anteriormente, Trump se enfrentó con su abogado Cohen, quien grabó las negociaciones que hicieron con una conejita de Playboy.

En la grabación, John Kelly, jefe de personal de la Casa Blanca, afirma que Omarosa Manigault Newman podría enfrentar serios problemas legales, ya que en ese momento hizo uso indebido de un coche del Gobierno.

En la misma, ella niega haberlo usado. Omarosa sabe que haber grabado esa conversación, así como las de otras personas que han mantenido tratos o han conversado con Trump, es una irregularidad. Sin embargo, se disculpa afirmando que en esta gestión todo el mundo miente en la Casa Blanca. Cuestión que ha sido desmentida tanto por el Jefe de Personal, como por otros empleados.

Omarosa podría enfrentar problemas legales

La idea de que un miembro del personal de la Casa Blanca haya introducido un dispositivo de grabación en la Sala Situacional, muestra una flagrante falta de respeto para la seguridad nacional de Estados Unidos. Sin embargo, no está muy claro si Omarosa ha infringido alguna ley, pero evidentemente violó el protocolo de seguridad, lo que confirma que no está muy clara la conducta moral de la celebridad.

Muchos trabajadores cercanos al gabinete presidencial afirman que Omarosa es una colega difícil y que a pesar de quejarse de haber sido engañada por Kelly, la propia Omarosa amenazaba al personal entrante en el West Wing.

El propio Trump había empezado a dar muestras de cansancio en diciembre de la omnipresencia de la celebridad en las reuniones a mediados de su primer año, por lo que había dejado de defenderla. Al final nadie del equipo de personal puede justificar la contratación de Manigault Newman.