El Papa Francisco comenzaba su muy cargada visita a Irlanda el sábado abordando los escándalos de abuso sexual que han sumido a la iglesia católica en una crisis. El pontífice se ha manifestado en contra de estos crímenes y los ha tachado como una fuente de dolor y vergüenza para la comunidad.

El fracaso de las autoridades eclesiásticas a la hora de abordar estos crímenes repugnantes ha causado indignación entre la sociedad y sigue siendo una fuente de dolor y vergüenza para la comunidad católica, dijo Francisco.

Su discurso pronunciado en el Castillo de Dublín marcó la visita del Papa al país, donde la asistencia a la iglesia se ha desplomado en los últimos años a medida que la ira de la sociedad se enrarece sobre la inacción del Vaticano.

Irlanda ha sido tradicionalmente una fortaleza católica pero a su ves ha sido durante décadas lugar donde han tenido lugar una serie de escándalos de abusos sexuales. Estos han dañado la reputación de la iglesia en el país debilitando su influencia.

Pedir perdón no es suficiente

Los escándalos que involucran a la iglesia en Irlanda han sido desenfrenados. Además de miles de casos de abuso infantil, se descubrió una fosa común que data de 1993 y que pertenece a instituciones secretas de reclusión católica para madres solteras, prostitutas y otras mujeres caídas.

Esta es la primera visita del Papa Francisco al país. Una nación transformada desde el último viaje papal hace 39 años, y la recepción que recibió en Dublín contrastaba con la calurosa bienvenida que recibió el Papa Juan Pablo II en 1979.

En esta ocasión, pocos devotos estaban presentes en el aeropuerto o en las carreteras cercanas para recibir al Papa Francisco.

Consciente de las heridas creadas por la violencia perpetrada por los miembros del clero contra los menores, se esperaba que Francisco se reuniera con las víctimas durante su viaje de 36 horas. "Tendrá muchas oportunidades para hablar sobre el abuso", dijo el Vaticano.

Pero ni las palabras de Francisco podrán calmar la indignación entre los católicos, más después de las nuevas revelaciones de mala conducta sexual y encubrimiento en Estados Unidos, una crisis en curso en Chile y procesamientos de altos clérigos en Australia y Francia.

Los que rechazan la visita

Amnistía Internacional de Irlanda está organizando una protesta para coincidir con el evento del domingo mientras que una campaña de Facebook llamada 'Say Nope to the Pope' se opuso a la visita y también atrajo el interés de más de 10.000 participantes.