Con el fin de incrementar la venta del crudo petrolero de Estados Unidos, el presidente Donald Trump propone congelar las exigencias de eficacia para los vehículos de todo el territorio norteamericano. Este jueves se dio a conocer la propuesta de la Agencia de Protección Ambiental para un posible retraso de las metas establecidas por la administración del ex presidente Barack Obama, con el fin de descender los niveles de contaminación.
La respuesta ha sido una lluvia de críticas, en las que los voceros argumentan una valoración del petróleo local y un aporte significativo con su venta.
La política todavía no se establece y algunos esperan la cadena de reacciones por parte de estados en desacuerdo.
De tenerse en cuenta y formalizarse como una ley federal, los estados de la nación quedan relevados de estipular normativas ambientales y de manifestar una regresión en la batalla frente al cambio del clima. Asimismo, la contracción del impacto sobre la salud de los ciudadanos se ve mermada debido a que en el pasado se evidenció el claro efecto de los contaminantes en afecciones crónicas y agudas de las vías respiratorias. Una problemática que se redujo con las medidas del ex presidente Obama.
Lucha legal entre estados y el gobierno federal
La misión del mandatario estadounidense radica en cambiar los estándares de emisiones de gases de escape a nivel federal.
Con ello limitaría de forma considerable la autoridad que tienen algunos estados del país sobre sus propias regulaciones como California, el estado con la mayor actividad automotriz y los más altos niveles de contaminación de la región. De esta forma los requerimientos relacionados a la eficiencia de las millas de combustible se pierden.
La decisión genera perplejidad en el mundo automotor del país por su adaptación a la fabricación de vehículos que no generan tanta contaminación. Es algo que permite volver a las creaciones iniciales, donde las unidades requerían de suficiente combustible para su funcionamiento. De la misma manera, crea rencillas con la autonomía de las leyes estatales y aumenta las posibilidades de una batalla legal de los estados afectados contra el gobierno, lo que supone un hecho sin precedente en el periodo presidencial del empresario.
Propuesta inicial vs la propuesta actual
Desde la salida de Estados Unidos del acuerdo de París, en el que se estipula la reducción de gases para combatir el cambio climático, se esperaba que el mandatario diera anuncios al respecto. Pero no fue así, el anuncio fue difundido a través de los nuevos encargados de la Agencia de Protección Ambiental, que anunciaron congelar el estándar de eficiencia en un periodo comprendido desde el año 2020 al 2026. Con esto, se induciría a un mayor consumo de crudo con aumentos de hasta 500.000 barriles al día.
El convenio inicial hablaba de un estipulado de 54,5 millas de eficiencia para el 2025, mientras que ahora se quiere implementar 37 millas para el 2026.
Numéricamente se traduce a más consumo de gasolina, debido a las menores distancias recorridas por galón de combustible. Ideal en el panorama de venta de crudo con el desplome de la gasolina y el aumento en la adquisición de automóviles con mayor capacidad de contaminación. Dicho convenio, representaría para las fechas señaladas, más del 70% de ventas automotrices.