Nicolás Maduro había acudido a la celebración del 81 aniversario de la Guardia Nacional Bolivariana, en un acto que tuvo su eje central en la Avenida Bolívar, en el corazón de Caracas. El presidente venezolano comenzó su discurso de clausura del acto, que hasta ese momento transcurría sin incidentes. En su discurso Maduro repetía su última medida de instaurar un censo de vehículos y hablaba también de aquellos que querían desestabilizar al país.
Como si de una premonición se tratara, y mientras el presidente venezolano continuaba con su discurso, se produjeron varias explosiones.
Una primera que estalló en el aire en frente de la tribuna, otra que estalló cerca de los asientos de los familiares de la GNB y que provocó una estampida general y una tercera que explotó en un edificio de los aledaños gracias a la actuación de la Guardia de Honor del Presidente Maduro.
Los explosivos eran C4 cargados en drones, como confirma el Ministerio del Interior venezolano. Dos de ellos fueron destruidos por francotiradores de la Guardia de Honor, por lo que no lograron su objetivo. El tercero lo logró en parte ya que explotó cerca de los asientos de los participantes, causando varios heridos. Inmediatamente los escoltas protegieron y evacuaron al presidente. Maduro ha salido ileso de este ataque fallido.
Responsabilidades y autoría
Maduro, en una conferencia posterior, ha acusado al antiguo presidente de Colombia, Juan Manuel Santos de querer su muerte y de estar detrás del atentado como autor intelectual. También acusa a los disidentes que se encuentran en Miami, Estados Unidos. Ha urgido a Donald Trump a hacer algo al respecto, y tomar medidas contra los opositores en Florida, a los que considera que planean la caída del régimen.
Aun así ha sido un grupo de civiles y militares autodenominados Soldados de Franelas, quien ha reivindicado por las redes sociales la autoría de este atentado, han avisado que habrá más acciones similares y que muy pronto no fallarán.
Respuesta internacional
El primero en responder a las palabras de Maduro ha sido el Gobierno colombiano, quien ha dicho que es un absoluto disparate la acusación vertida por el líder venezolano, y han añadido que de ninguna manera buscan la muerte de Maduro ni apoyan a los autores del atentado.
EEUU también ha confirmado que su gobierno no está involucrado de ninguna manera en el intento de magnicidio.
Países afines al régimen de Maduro como Nicaragua, Rusia o Siria han expresado su enérgico rechazo contra la violencia y han reafirmado su apoyo al dirigente. Desde España, el Ministerio de Exteriores ha expresado su rechazo a la violencia y ha recalcado la necesidad de una solución pacífica para acabar con el conflicto lo antes posible.