Luego de la cumbre de Helsinki entre el presidente de Rusia, Vladimir Putin y el presidente de EE.UU., Donald Trump, este último no tardó en anunciar su interés por un segundo encuentro con el mandatario ruso. Para tal encuentro, Trump propuso a la propia Casa Blanca como sede. Asimismo, señaló que le gustaría que dicha reunión tuviese lugar a finales de noviembre de este año.
No obstante, John Bolton, asesor de seguridad nacional del mandatario norteamericano ha publicado un comunicado en el cual indica que: “El presidente (Trump) cree que el próximo encuentro bilateral con el presidente Putin debe tener lugar después de que haya acabado la caza de brujas de Rusia, así que hemos acordado que será después de primeros de año”.
Las investigaciones sobre la injerencia rusa en las elecciones de 2016
La cacería de brujas a la cual hace referencia Bolton, y que es una expresión típica de Trump, se refiere al proceso de investigación iniciado por el fiscal especial Robert Mueller. Estas averiguaciones tienen por finalidad determinar si existió algún tipo de conspiración entre el equipo de campaña de Trump y el Gobierno de Putin para interferir en las elecciones presidenciales de 2016. De evidenciarse cualquier vínculo de esta índole, el mandatario norteamericano incluso podría afrontar la remoción de su cargo.
Como se recordará, las elecciones presidenciales de 2016, en las que resultó electo Donald Trump, estuvieron marcadas por continuos señalamientos de injerencia rusa.
Al respecto, los organismos de inteligencia norteamericanos, encabezados por la CIA, han sido enfáticos en acusar al Kremlin y Putin como responsables directos de tal intervencionismo en los asuntos internos norteamericanos. A estas acusaciones se suman voces como la del expresidente, Barak Obama, así como de miembros influyentes del propio partido republicano como Paul Ryan, presidente de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos.
La oposición a la visita de Putin a territorio norteamericano
La invitación hacia Putin de parte de Washington levantó un verdadero revuelo en suelo norteamericano, en dónde se interpretó la postura de Trump como una espaldarazo y apoyo al mandatario Ruso, que dejaba de lado la palabra de sus propias agencias de inteligencia.
Por su parte, la fecha propuesta por el gobernante de la Casa Blanca -cercana a las elecciones legislativas norteamericanas-, dejaba más que evidente la postura de Trump con respecto a la injerencia rusa en los temas electorales norteamericanos.
El Kremlin no ha señalado su conformidad con el nuevo encuentro entre mandatarios
En tanto se mantiene la diatriba en torno a la eventual visita de Putin a Washington, se debe recordar que a la fecha ni el Kremlin, como tampoco fuente alguna cercana al mandatario ruso, han confirmado la realización de este evento. Aunque fuentes cercanas a la Casa Blanca indican que las conversaciones para la concreción de esta nueva reunión están en curso.
La realización del encuentro bilateral entre los mandatarios de ambas naciones pareciera ser un hecho, el cual sólo depende de una fecha definitiva para su concreción. Ello, a pesar de las voces que disienten en torno al acercamiento de EEUU y Rusia.