Donald Trump tendrá finalmente su ansiado cara a cara con Vladimir Putin hoy en Helsinki, Finlandia. Será un encuentro a solas y sin restricciones. Desde su llegada a la Casa Blanca, hace casi un año y medio, ha buscado esta reunión bilateral con el presidente de Rusia. Dos temas; el apoyo al régimen sirio y la supuesta intervención en las elecciones de parte de los rusos han enfriado en encuentro.

Con el paso del tiempo ha conseguido dejar de lado estos obstáculos y ha ignorado los recelos de sus aliados europeos y ahora ni el sorprendente anuncio del viernes pasado de la imputación de 12 espías rusos por parte de la justicia norteamericana, concretamente la fiscalía especial de la trama rusa por piratear la campaña de su rival electoral Hillary Clinton, ha descarrilado la cita entre los dos líderes.

Trump cree que Putin es un "líder fuerte" como él con quien puede encontrar "soluciones constructivas" a las cuestiones espinosas que afectan a sus países. El presidente estadounidense insistió en que es partidario de hablar con Rusia, como ya lo ha hecho con China o Corea del Norte. "No va a salir nada de malo [de la reunión con el líder ruso], y quizás sí sale algo bueno", dijo a la televisión CBS.

Ninguno de los dos gobiernos ha especificado la agenda de la reunión, pero se espera que ambos mandatarios hablen sobre Siria y la influencia de Irán en la región, las tensiones rusas con Ucrania, el control de armas nucleares y la supuesta interferencia electoral de Moscú.

¿El fin del actual orden mundial?

En tres meses, Trump ha fracturado Occidente con su retirada del acuerdo nuclear con Irán, sus aranceles comerciales y sus reiterados ataques a la OTAN, la alianza militar de las potencias occidentales. Ante esto, algunos expertos se preguntan si estamos al final del orden mundial dominado por Occidente que los mismos Estados Unidos crearon.

Trump -que ya se ha visto con Putin al margen de dos cumbres internacionales- llega a Helsinki después de atacar y tras acusar a Alemania de estar "controlada por Rusia" porque, según él, depende de su gas y un duro cuestionamiento a los países miembros de la OTAN que no invierten lo suficiente en armamento.

Donald Trump se ha mostrado hostil

Sus nuevas palabras hostiles contra históricos aliados de su país recordaron las de hace un mes al final de la cumbre del Grupo de los Siete en Quebec. Entonces rompió el acuerdo a última hora con las potencias mundiales y tildó de "deshonesto y débil" al primer ministro canadiense. Lo hizo justo el día antes de su reunión histórica Kim Jong-un, del que alabó su personalidad. "Tiene talento y es listo", dijo.

"Putin tendrá la oportunidad de ser visto como un igual al lado del presidente estadounidense. Como ya vimos con la cita de Trump y Kim, podría obtener concesiones -como el reconocimiento de una Crimea rusa- sin dar casi nada a cambio ", afirma el analista de Brookings, Alina Polyakov. Sea como sea, el encuentro ya es un triunfo para Putin porque pone fin al aislamiento que ha sufrido su país desde su agresión a Ucrania.