La popular presidenta Kolinda Grabar-Kitarovic , quien acompañó al equipo de su país en el Mundial Rusia 2018, demostró gran solidaridad por los chicos de su equipo y felicitó a los ganadores, a pesar de la lluvia y de agentes externos celebró el éxito con gran entusiasmo. Pero muchos la conocen como la "Mujer de hierro" por las políticas conservadoras populista-nacionalista.
Políticas de Kolinda Grabar podrían ser xenófobas
La ahora popular mandataria europea es una mujer preparada, habla 4 idiomas, además de la larga lista de estudios que ha realizado.
Por tal sentido, el experto politólogo croata, Dejan Jovic, piensa que la afición por la selección de su país es también para demostrar que puede tener dominio en áreas netamente masculinas debido a sus competencias intelectuales y políticas.
Pero lo que nadie conoce es que ésta entusiasta figura apoya ciertas políticas en el ámbito de inmigración que muchos desconocen. En el año 2014 en plena campaña electoral Kolinda manifestó su iniciativa de hacer muros en las fronteras para evitar el paso ilegal de inmigrantes a territorio croata, y en el año 2015 rechazó la asignación de 160 mil migrantes y solo aceptó a 100 personas.
Hace un año, Croacia realizó una reforma a la Ley de Extranjería, donde se prohíbe la opción de asistencia a necesidades básicas como vivienda, alimentación, saneamiento a los inmigrantes con un estatus irregular.
Algunas críticas pueden atraer a algunos de los marginados de la sociedad y el comportamiento nacionalista puede despertar atracción para el sector de la derecha.
Fanática del Equipo Croata
Kolinda Grabar-Kitarovic no observó los partidos en una sala VIP, al contrario, se situaba en las gradas con todos los fanáticos croatas.
La mandataria solo se perdió dos encuentro, en el que resalta el de semifinales ante Inglaterra, para ser específicos, ya que la mandataria tenía que decir presente en Bélgica, donde se celebraba la cumbre de la OTAN, organismo donde hizo vida laboral antes de llegar a ser presidenta de Croacia en el año 2015.
En la cumbre le obsequió la camiseta de su selección a Donald Trump y a la primera ministra británica, Theresa May, demostrando su amor y fervor por su selección.
Ésto no le impidió decir presente en la final de la Copa del Mundo, incluso la lluvia no impidió que ella siguiera disfrutando el partido. A pesar de que su equipo resultó derrotado por Francia, fue muy entusiasta abrazando de manera efusiva a los jugadores del equipo Croata.