El ministro de Interior y vicepresidente italiano, Matteo Salvini, prohibió el atraco del barco privado Vos Thalassa en los puertos italianos, luego que este auxiliara a 66 migrantes frente a las costas de Libia. El hecho tuvo lugar después de que la tripulación del barco trasladara a los migrantes a una embarcación de la Guarda Costera italiana. La tripulación se adelantó a las acciones de la Guardia Costera de Libia, que ya estaba informada del hecho y se encontraba preparándose para actuar.
La medida provocó la reacción de varios miembros del gabinete político italiano, luego que el vicepresidente Salvini estableciera comunicación con el presidente de Gobierno, Giuseppe Conte, el vicepresidente Luigi di Maio y el titular de Transportes e Infraestructuras, Danilo Toninelli.
En su alegato, el ministro Salvani explica que la migración descontrolada ha producido un gran problema político en el país mediterráneo.
Migrantes a la deriva
Anteriormente, Salvini habría declarado que en la próxima reunión informal de la Unión Europea (UE) a desarrollarse en Innsbruck, Austria, solicitará que ninguna ONG participe en las misiones de rescate en el Mediterráneo. La postura del ministro Salvani frente a la inmigración, ha generado opiniones encontradas entre los otros miembros del gabinete italiano.
Los parámetros de los acuerdos internacionales establece que, los inmigrantes no pueden ser devueltos una vez que pisan territorio italiano. Sin embargo, Salvani mantiene su posición, advirtiendo que las cosas cambiarán durante el actual gobierno.
Días antes, un grupo de 106 migrantes habrían desembarcado en el puerto de Messina, en la isla de Sicilia. El grupo humano fue rescatado por un barco irlandés perteneciente a la misión EUNAVFOR MED operation SOPHIA.
Las cifras de migrantes están a la baja
El 1 de mayo de 2018, la Organización Internacional para la Migración (OIM) contabilizó un total de 21.918 llegadas a tierra firme y 606 muertes en el Mediterráneo, según información publicada en su página oficial.
De la misma manera, el organismo de las Naciones Unidas señaló que la cifra representa un descenso de casi el 50%, respecto a las 44.625 llegadas a Europa por vía marítima en 2017 y las 200.000 registradas en 2016. El documento indica que Italia se posiciona como el principal destino, con un 43% de las llegadas registradas en los últimos dos años.