Al menos diez personas han sido detenidas en Francia por presuntamente preparar acciones violentas contra la comunidad musulmana. Pretendían atacar supuestos imanes radicales, personas que habían sido detenidas por terrorismo, o incluso mujeres con velo elegidas al azar. Días atrás se les imputó por asociación de malhechores en relación con un acto terrorista.

Según las informaciones del fiscal de la República, a las que ha tenido acceso el ARA, las diez personas formaban parte de un grupo llamado Action des Forces Opérationnelles (AFO) y tenían como objetivo "luchar contra el peligro islámico".

En la página web de AFO, sus integrantes afirman que Francia "está en guerra" y que incluso existe la "preparación de los ciudadanos y soldados franceses para el combate en el territorio nacional".

Reclutamiento de nuevos miembros

Nueve hombres y una mujer de entre 32 y 69 años formaban parte de este grupúsculo que intentaba "reclutar nuevos miembros y expandir su red territorial estructurándose a nivel regional", precisan desde el ministerio de Justicia. De hecho, los agentes de la seguridad interior de Francia (DSGI) efectuaron las detenciones en varios puntos del país: en el sureste y el suroeste, en varios departamentos de la región de la Isla de Francia y también en Córcega . Entre los arrestados estaría el presunto jefe del grupúsculo, un jubilado de la policía nacional francesa.

Precisamente Le Monde detalla que la misión de AFO era reclutar nuevos miembros entre círculos de expolicías y militares. Según Mediapart , este grupo proviene de otro grupúsculo, Volontaires pour la France, que se formó tras la ola de atentados de 2015 en Francia. De hecho, según el digital, uno de los fundadores perdió su hija en el ataque contra la sala de conciertos Bataclan, en noviembre de 2015.

Las primeras investigaciones ponen en evidencia que algunos miembros de AFO habían probado explosivos y granadas de confección artesanal y que la policía requisarles 36 armas, de las que 31 no tenían autorización. En el domicilio de uno de los acusados ​​se encontró agua oxigenada, ácido clorhídrico y acetona, tres sustancias que se utilizan para fabricar triperóxido de acetona (TATP).

Este explosivo es lo que el autoproclamado Estado Islámico suele utilizar en sus atentados. AFO también proponía a sus miembros formaciones de lucha, socorrismo y cursos de supervivencia.

No es la primera vez que se detienen miembros de ultraderecha por este tipo de amenazas. En 2017, la policía arrestó a un chico de 21 años y diez personas más de su entorno para querer atacar inmigrantes y mezquitas. El joven había militado en varios grupúsculos de extrema derecha, algunos de ellos disueltos por la justicia, antes de participar durante la última campaña presidencial con el Frente Nacional, de Marine Le Pen. Desde esta formación, sin embargo, niegan que el joven fuera militante suyo, y han aplaudido la detención de los miembros de AFO.

Y es que Le Pen intenta lavar como sea la cara de su partido.

El partido de Marine Le Pen

Con todo, Marine Le Pen representa la extrema derecha francesa por excelencia. El reciente cambio de nombre del partido que fundó su padre, Jean-Marie Le Pen, en 1972, el Frente Nacional (FN), es la culminación de este proceso de lavado de cara que el rebautizado Reagrupamiento Nacional lleva a cabo desde del 2011, cuando la hija sustituyó el padre al frente de la formación.

La estrategia de Le Pen hija es, pues, posicionarse como una verdadera presidenciable ante los franceses. Y por eso cree oportuno maquillar o esconder bajo la alfombra ciertas ideas o incluso excluir personas. Es lo que hizo, por ejemplo, con su padre.

En el último congreso del partido, en marzo, se validó la supresión del cargo de presidente de honor que hasta ahora ocupaba Jean-Marie Le Pen, el último paso para hacerle cortar todo vínculo formal con la formación. Este es el caso más emblemático, pero no el único.

En marzo, el partido suspendió de sus funciones al número dos del entonces Frente Nacional de la Juventud, Davy Rodriguez, tras la difusión de un vídeo. En las imágenes, se siente como el chico, visiblemente alcoholizado, se encara al portero de un bar diciéndole "especie de negro de mierda". En el vídeo también se puede ver como uno de sus amigos le regaña diciéndole: "¿Crees que la Marine (Le Pen) le gustaría verte así? Cálmate, no te interesa enfadarte ".

Pero a pesar de los esfuerzos de Le Pen para expulsar la extrema derecha radical de su círculo, Reagrupamiento Nacional (ex-FN) da alas a una cantidad innumerable de estos grupos de ultraderecha, que cada vez preocupan más la policía francesa. El ex director general de la DGSI, Patrick Calvar, ya alertó en mayo de 2016 sobre el peligro de la radicalización de los extremistas, también los de la derecha. "Estamos moviendo recursos para investigar la ultraderecha, que sólo espera la confrontación", aseguró Calvar en una audiencia parlamentaria en el marco de una comisión de investigación sobre los atentados de 2015.

El ex número uno de la seguridad interior francesa se refería así a la confrontación con la comunidad musulmana, que algunos identifican erróneamente con el terrorismo islamista.

"Uno o dos atentados más y creo que esta confrontación tendrá lugar", precisó el hombre antes de concluir que desde la DGSI les corresponde "anticipar o bloquear todos estos grupos que quisieran, en un momento u otro, originó enfrentamientos con la comunidad musulmana ".