Un grupo de niños inmigrantes separados de sus familias en la frontera de los Estados Unidos han sido liberados de los centros de detención y reunidos con sus padres.

Un juez de San Diego había establecido que todos los niños menores de 5 años debían estar con sus padres al finalizar el martes y que los restantes de los aproximados 3.000 menores que están recluidos deben estar junto a sus familiares este 26 de julio, como máximo.

Un abogado del gobierno de Estados Unidos dijo que al menos 74 niños menores de cinco años se reunirían con su familia antes de la fecha límite ordenada por la corte, pero lo establecido no fue cumplido. El martes por la tarde, hora local, solo cuatro niños habían sido reunidos con sus padres, con 34 en lista por ser reunificados ese mismo día, según informó el New York Times.

Entre 2.000 y 3.000 niños fueron separados de sus padres en la frontera y enviados a albergues en todo el país, cuando sus padres fueron capturados en la frontera y acusados ​​penalmente por ingresar ilegalmente al país.

El presidente Donald Trump se retractó de las medidas estrictas migratorias impuestas por él y decidió poner fin a la separación de familias de inmigrantes, gracias a varias protestas que surgieron a nivel mundial.

Testimonio de uno de los padres inmigrantes

Roger Ardino es uno de los padres de los niños, Roger Jr. de 4 años, que habló con los periodistas luego del encuentro con su hijo.

El hombre hondureño, expresó a los medios que estaba muy emocionado por poder volver a ver a su hijo, quien para ese momento jugaba con los micrófonos, mientras el padre hablaba con los periodistas. Ardino relató lo mal que se sintió cuando fue separado de su hijo en el mes de febrero, dijo que apenas si podía respirar cuando se lo llevaron.

El gobierno estadounidense aplica medidas de seguridad para proteger a los niños

A los padres inmigrantes que han sido separados de sus hijos se les ha pedido que completen una extensa documentación para comenzar el proceso de reunificación.

Los formularios solicitan información básica, como fecha y ciudad de nacimiento, pero también requieren documentación que las personas, que a menudo son pobres, pueden no tener, como un pasaporte.

Los defensores señalan que se trata de personas que aún esperan establecerse en los Estados Unidos y, por lo tanto, aún no han obtenido la prueba de domicilio requerida, como una factura reciente de agua o una carta de un banco.

Los funcionarios del gobierno han dicho que solicitan mucha información porque están obligados a proteger a los niños y deben demostrar las relaciones con los niños. Es por esto que la administración de Donald Trump decidió recopilar ADN de padres y niños para estar el seguro de los vínculos.