El pasado jueves culminó el plazo que había concedido un juez de California al gobierno de Donald Trump para reunir a las familias separadas en la frontera con México. Por la ley que había decretado el presidente de los Estados Unidos de "tolerancia cero" a los inmigrantes, miles de Niños fueron separados de sus padres a la fuerza, y recluidos en centros de detención para inmigrantes. Por si ésto fuera poco, los menores tuvieron que pasar por procesos judiciales ante un juez, acción que despertó el descontento de varios sectores.
Más de 1800 niños han sido entregados a sus padres
El gobierno de Donald Trump informó que mas de 1800 niños han sido entregados a sus padres o representantes legales, obedeciendo al plazo que había dado el juez de California, que se cumplió éste pasado jueves. Más de 1400 niños fueron devueltos a sus padres, pero permanecen bajo custodia de migración de los Estados Unidos. Otro grupo de casi 400 niños fueron dados en libertad por "circunstancias adecuadas", como se lee en el expediente redactado por el tribunal encargado.
El gobierno manifestó que más de 700 padres no calificaron para entregarles a sus hijos por motivos diversos, 431 ya no están en tierras estadounidenses.
Menores no elegibles
Como está registrado en el expediente judicial, cientos de niños no podrán ser reunidos con sus padres por no estar ya presentes en Estados Unidos.
ACLU manifestó que se debían rastrear a los padres restantes para poderlos reunir con sus hijos, pero John Sandweg, ex director de ICE, piensa que muchos de esos padres no vuelverán a ver a sus hijos.
Cuando comenzó el proceso de reunir a los niños con sus padres, el dolor se hizo visible, ya que algunos niños llegaron al lugar de reencuentro y no hallaron a sus progenitores.Tras las polémicas imágenes y vídeos que se dieron a conocer de la separación de las familias en las fronteras, despertó un gran descontento en varios sectores, lo que dio paso a un juicio en el que se dictaminó por el gobierno que se debía devolver a los menores con sus padres.
Las imágenes de los centros donde eran albergados los niños causaron indignación, pues muchos de ellos se podían ver llorando desconsolados. Los centros de detención eran poco menos que cárceles, comparadas con jaulas, donde incluso varios padres manifestaron no poder comunicarse con sus hijos. Ahora se espera la decisión de lo que se hará con los niños no elegibles, pues sus padres no están en territorio estadounidense.