Este miércoles, la sentencia a cadena perpetua fue impuesta sobre una mujer de 43 años que se halló culpable por 10 cargos de homicidio. La persona en cuestión responde al nombre de Beate Zschaepe. Pertenecía a una organización terrorista derechista responsable de perpetrar los homicidios conocidos como, “los asesinatos de Ceska”, donde un griego y 8 turcos pertenecientes a una etnia fueron víctimas. Además se le vincula con la muerte de una policía alemana, 15 asaltos bancarios y la colocación de un par de explosivos en Colonia. Del grupo formado por tres personas, ella es la única que queda con vida debido al suicidio de los otros dos miembros que se suicidaron tras fallar en un atraco a un banco.

Manfred Goetzl, fue el juez que dictó el veredicto en Múnich, tas percibir la severidad de las acusaciones en contra de la mujer. Zschaepe se encontró culpable por todos los cargos, los que abarcan 10 homicidios, 32 intentos de asesinato, vinculándola con los explosivos de Colonia, múltiples robos y formar parte de una organización terrorista. El auto judicial sostiene que la encausada fue conducida en sus delitos por una marcada ideología neonazi y fueron “motivados políticamente”.

Investigación policial negligente

En la historia alemana, este juicio se describe como uno de los más largos y polémicos, se prolongó por cinco años. Los fallos realizados por la policía en la investigación que pretendía descubrir el motivo de los crímenes quedaban al descubierto a medida que nueva evidencia aparecía.

Tanto es así, que dio paso una nueva investigación que trabajaba en revelar las razones de la negligencia policial que fue incapaz de seguir las pistas cruciales.

Confesiones antes del suicidio

Uwe Boehnhardt y Uwe Mundlos eran los otros dos miembros que, al parecer, hicieron un pacto de suicidio en un intento fallido de asalto bancario.

Estos dejaron una grabación que contiene la confesión de sus delitos. Fue a partir de ello que la policía logro unir los hilos que relacionaban al grupo con los homicidios.

Posterior al deceso de los dos miembros, Zschaepe, antes de entregarse a las autoridades, incendió el apartamento donde ellos tres residían. La mujer admitió en el desarrollo del juicio, haber incendiado el apartamento, pero negó tener algún conocimiento referente a los asesinatos antes de que fuesen perpetrados.

La atención alemana volcó sus miradas al juicio desde sus principios en el 2013, pero tomó mayor peso por la entrada en el 2015 de miles de refugiados e inmigrantes. Joachim Herrmann, Ministro de Interior, mostró su simpatía con el veredicto alegando que es una sentencia apropiada para los crímenes de sangre fría que llevaron a cabo el grupo terrorista.