La disminución de la producción de petróleo de Venezuela en el futuro es inevitable, y en gran medida, ya tiene un precio en el mercado. Sin embargo, es posible una aceleración en la tasa de disminución, y algunos desarrollos recientes aumentan las posibilidades de que tal desastre se convierta en realidad.

La situación actual de PDVSA

La estatal PDVSA se está desmoronando y los trabajadores abandonan el trabajo a un ritmo alarmante. Las condiciones para los trabajadores del petróleo se han deteriorado durante los últimos años, con escasez de alimentos, condiciones de trabajo inseguras e hiperinflación que ahuecan por completo el valor de los cheques.

Desde el año pasado las cosas han empeorado. El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, despidió al jefe de PDVSA y entregó el control a los militares para mantener a las fuerzas armadas de su lado. Pero el general de división Manuel Quevedo solo ha acelerado el declive de PDVSA, que una vez tuvo la reputación de ser una de las compañías petroleras estatales mejor administradas del mundo.

Miles de trabajadores han abandonado PDVSA entre enero de 2017 y enero de 2018, una suma asombrosa. Estos trabajadores abandonaron los sitios de trabajo, cansados ​​de ir a trabajar con hambre, arriesgando sus vidas en refinerías desvencijadas, todo por un sueldo que no cubre ni siquiera los gastos más básicos.

Una pérdida irreparable

El éxodo de los trabajadores ha crecido tanto que la empresa en algunos casos se ha negado a procesar las renuncias. Los que están más arriba no son menos infelices.

La pérdida tanto de ingenieros y gerentes de nivel superior como de trabajadores en tierra asegura que las pérdidas de producción de petróleo continua.

Algunas plataformas en la Faja del Orinoco, donde PDVSA produce petróleo pesado, solo están operando "intermitentemente por falta de tripulación".

Además, la situación en las refinerías de la compañía es peor. Los incendios se están desatando porque se están cayendo a pedazos y ya no tienen el personal para ejecutarlos correctamente.

Incluso los puertos están reduciendo las operaciones debido a la falta de trabajadores.

Pero los problemas no se detienen allí. PDVSA representa aproximadamente la mitad de la producción de petróleo de la nación por sí misma. El resto proviene de empresas conjuntas con compañías petroleras internacionales. La producción en las empresas conjuntas se ha erosionado a un ritmo mucho más lento que las operaciones ejecutadas únicamente por PDVSA.

Sin embargo, el gobierno venezolano está en peligro de provocar pérdidas más pronunciadas en las operaciones de empresas conjuntas. El martes, Chevron dijo que dos de sus trabajadores fueron arrestados en Venezuela. Chevron no ha huido del país, incluso cuando sus pares se han marchado, pero la detención de los trabajadores de la compañía petrolera podría llevar a la petrolera a repensar sus operaciones.