El último estallido público de la Casa Blanca implica una disputa a gran escala entre el presidente Donald Trump y uno de sus principales funcionarios del gabinete sobre el tema de política exterior más candente que enfrenta esta administración: Rusia.

Nikki Haley, embajadora de los Estados Unidos en las Naciones Unidas, anunció el domingo por la mañana que Estados Unidos iba a imponer nuevas sanciones contra el gobierno de Rusia tras el presunto ataque con armas químicas en Siria. Horas más tarde, Trump revirtió este anuncio, y la Casa Blanca le dijo al gobierno ruso que hiciera caso omiso de los comentarios de Haley.

Reacción de Nikki Haley

Se dice que la abrupta inversión de la Casa Blanca no le ha gustado mucho a Haley, quien aparentemente no fue informado del cambio. Las cosas evolucionaron cuando el asesor económico de la Casa Blanca, Larry Kudlow, sugirió que Haley había estado momentáneamente "confundida" cuando anunció las sanciones del domingo.

Haley, cuyo enfoque drástico hacia Rusia la ha puesto en desacuerdo con Trump antes, rechazó el comentario de Kudlow en una muestra notable de hostilidad pública entre un alto diplomático y la Casa Blanca. "Con todo respeto, yo no me confundí", dijo a la cadena Fox News el martes, lo que provocó que Kudlow la llamara para pedirle disculpas.

Esta es la segunda vez que Trump parece haber rechazado la influencia de Haley en su Casa Blanca en los últimos días.

El domingo, el presidente intervino para evitar que el vicepresidente Mike Pence contratase al principal asistente de Haley, John Lerner, como su asesor de seguridad nacional. Lerner habría servido tanto a Pence como a Haley en un doble papel.

Discrepancias en la administración de Trump

No es atípico que los funcionarios del gobierno discrepen internamente sobre cuestiones sustantivas de política.

Ademas esto suele ocurrir en ausencia de un secretario de estado en ejercicio para encabezar la política exterior de los Estados Unidos. Pero este caso no tiene precedentes, dijeron los expertos.

Por un lado, está claro que lo que debería haber sido un desacuerdo privado estalló en una disputa pública a gran escala. Cuando Haley fue a la televisión recientemente y criticó a Rusia por su agresión hacia Ucrania, se dice que Trump gritó enojado: "¿Quién escribió eso para ella?"

Expertos critican la situación alegando que el cambio radical de Trump se produjo después de darse cuenta que Estados Unidos había expulsado a muchos más diplomáticos rusos que sus aliados europeos en respuesta al envenenamiento de un ex espía ruso (presuntamente cometido por agentes rusos) en el Reino Unido el mes pasado.