Donald Trump es un hombre de acción. A diferencia de los presidentes anteriores, a él no le molesta realmente la opinión mundial y lo que otros países piensan de él y Estados Unidos. Ahora ha propuesto nuevos aranceles sobre la importación de acero y aluminio de otros países.

Su objetivo es, ostensiblemente, ayudar a la industria hogareña de EE. UU. Este es un enfoque encomiable, excepto que todos los socios comerciales de los EE. UU. Están en pie de guerra contra esta propuesta. La BBC informó que Trump hizo este anuncio flanqueado por casi una docena de ejecutivos que representan a US Steel y Arcelor Mittal.

Reacción de China

Donald Trump ha afirmado repetidamente que los países extranjeros, en particular, China, han estado vertiendo productos baratos en los EE. UU. Siente que esto ha perjudicado a la industria estadounidense. En su opinión cualquier país que no produce acero y aluminio en grandes cantidades para su propia industria está condenado. Por lo tanto, decidió imponer aranceles más altos a todos los artículos importados de acero y aluminio .

La reacción china ha sido vigilada y no ha surgido ninguna declaración significativa. China produce el 50 por ciento del acero del mundo y si Trump cumple con este plan, será el país el que se verá más afectado. Otros países como Brasil, Corea del Sur, Canadá y Australia están en contra de la propuesta y la han calificado como una "práctica comercial desleal".

Acero estadounidense

Donald Trump, sin embargo, no está preocupado por estas acusaciones. En cierto modo, tiene razón, porque la industria siderúrgica de los Estados Unidos está languideciendo. La fuerza de trabajo que fue de 136.000 en 2008 ahora se reduce a 83.000.

Las importaciones estadounidenses de acero son cuatro veces mayores que sus exportaciones y esto está creando una balanza comercial desfavorable

Trump ha prometido reconstruir las industrias de acero y aluminio de Estados Unidos, que en su opinión han sufrido mucho a causa del tratamiento "vergonzoso" impuesto por otras naciones.

En particular, ha señalado a China como un país que incurre en prácticas comerciales desleales.

El futuro del mercado

China no ha dado oficialmente ninguna respuesta, pero Brasil y Australia han dicho que tomarán represalias contra el impuesto adicional a la importación que Trump planea imponer.

Donald Trump había dejado claro durante el proceso electoral que haría todo lo que estuviera a su alcance para que Estados Unidos volviera a ser grande. Parece que los altos ejecutivos locales de American Steel y productores de aluminio se solidarizan con Trump.